martes, 24 de febrero de 2009

¿Periodismo sin preguntas?

AOG, Madrid

Una parte esencial de la labor periodística es el hacer preguntas. Hay que desvelar la sapiencia de alguna manera.

Durante entrevistas, reportajes, sucesos, siempre hay que preguntar las famosas -o al menos así lo aprendí yo en EEUU- cinco W más una H, o las, Five Ws plus H.

Who, What, When, Where, Why + How.

O en castellano:
Quien, Qué, Cuando, Dónde, Por qué y Cómo.

Puedo decir sin apenas temor a equivocarme, que uno de los males que atañe a la prensa en España, además del periodismo de declaraciones (Zapatero dijo, Rajoy declara) que tanto aturde porque lo importante siempre son las acciones, es la mala costumbre de la clase política, no toda, claro, de no contestar preguntas.

Por supuesto, esto no es algo que ocurre sólo en España.

Cuando estudiaba periodismo en el instituto tuve la oportunidad de acudir con mis compañeros de clase a conocer Washington D.C. y a nuestros Senador y Diputado en el Congreso.

Nos estuvieron entrenando durante algunas semanas para el viaje.

Además de instruirnos acerca del protocolo de las ruedas de prensa ("te pones de pie, dices tu nombre y para qué medio trabajas, o de dónde vienes"), nos dijeron hasta el cansancio que la clase política es muy dada a responder lo que les da la gana cuando les haces una pregunta.

Sobre todo, cuando haces una pregunta que no quieren responder. Por no hablar de cuando esconden algo.

"Tenéis el derecho y la obligación de preguntar la misma pregunta si pensáis que no la han respondido. Educadamente, hacerle saber a la otra persona que la respuesta que te han dado no tiene mucho, o nada, que ver con lo que le has preguntado. Y vuelve a hacerles la misma pregunta."

Yo no tenía ni 18 años, con lo cual, el acceso a información secreta en aquel periodo de mi vida era escaso.

Y no existía el Internet.


Sin embargo, es una lección que nunca olvidé y que considero crucial para hacer bien mi trabajo.

Aquí en España, diría que pasa mucho. Muchos de mis compañeros se esmeran en buscar la verdad, tanto o más como sus entrevistados se esmeran en dar largas.

Sin embargo, diría que a veces ganan los malos.

Ayer El País publicó en la página 32 de su edición madrileña, dentro de la sección de Sociedad, un pequeño y olvidado breve titulado:

Los periodistas, contra las ruedas de prensa sin preguntas

Y firmado por Servimedia.

El texto reza así:

La Federación de Sindicatos de Periodistas (FSP) ha pedido a los profesionales y a los medios de comunicación que boicoteen las comparecencias de políticos en las que no se admitan preguntas.

"Esta práctica", a la que recurrió el presidente valenciano Francisco Camps el pasado jueves, "se aplica cada vez más por parte de algunos políticos y otros personajes públicos", dice la FSP en una nota.

Esto "impide algo tan necesario en el periodismo como son las preguntas, que permiten a los informadores cumplir su tarea: recabar información veraz para transmitirla a la ciudadanía".

Cuando alguien prefiere no responder preguntas, puede hacer un comunicado, dice la Federación de Sindicatos de Periodistas.

Mis felicitaciones al diario por publicar la noticia.

¿Pero en la página 32 y en forma de breve?

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