domingo, 21 de septiembre de 2008

Tiempos de "Continuose"

AOG, Madrid

Desde hace tiempo la economía mundial va de Guatemala a Guatepeor.

Esta semana, sin ir más lejos, hemos visto quiebras de bancos, rescates de aseguradoras, e inyecciones sin parangón por parte de las autoridades financieras de EEUU y varios países europeos. Aún no sabemos dónde iremos a parar.

Sin embargo, como si nada, la plantilla neoyorquina del banco Lehman Brothers recibirá 2.500 millones de dólares en primas.

Sin embargo, los empleados europeos no tienen esa misma suerte. Los empleados de Lehman Europa, con sede en Londres, aún no han cobrado sus sueldos.

El banco Barclays Capital – por cierto, británico-, que adquirió la operación americana de Lehman Brothers, dijo que no está obligado a cumplir la promesa de pagar esas primas, parte de la contribución a los beneficios del grupo durante los nueve primeros meses del año.

Según reza el teletipo de EFE:

Un empleado de la sede londinense de Lehman calificó lo que ocurre de auténtico "escándalo": "No volveré a trabajar nunca más para una empresa estadounidense. Nadie se ha puesto en contacto con nosotros desde que se declaró la quiebra el pasado lunes".

"Se han salvado las otras instituciones financieras, incluido Lehman Brothers en Nueva York, pero no ha ocurrido lo mismo con sus empleados en Europa", se quejó otro.

Me parece extraño que piensen que por ser europeos merecen igual trato.

¡Que ingenuidad!

Los administradores de Lehman Europa, Price Waterhouse Coopers, han reclamado judicialmente a Lehman Brothers en Nueva York la devolución de 4.400 millones de dólares transferidos desde Londres al holding en EEUU sólo horas antes de que el banco de inversiones se declarase en quiebra.

Gordon Brown, primer ministro británico en apuros, exigió el sábado a Lehman de Nueva York que devuelva ese dinero para que pueda cobrar el personal de Lehman Europa.

¿Se lo darán?

PricewaterhouseCoopers tiene actualmente un equipo de más de 200 contables y 100 abogados que trabajan día y noche en el cuartel general en Canary Wharf, vieja zona portuaria de Londres que se ha convertido en la prolongación de la City.

Mientras tanto, el resto de los mortales nos preguntamos qué mas queda por saber.

¿Es esto el acabose?

Mafalda dixit:

"No exagere, es sólo el continuose del empezose de ustedes."

Crisis, dineros y gatos

AOG, Madrid


En mi barrio seguimos en crisis. Lo digo porque la mafia robagatos sigue en su empeño de hacerle la vida imposible a mis vecinos.

Crisis a nivel 'gato'

Hace un par de días vi otro anuncio donde se pide información acerca del paradero de

un minino muy amado. Persa. Este anuncio es más educado que el último que vi hace no tanto. Quizá por ser el primero los dueños han optado por la vía educada. Sobran los porfavores y los gracias.

Hace unas semanas estuve en Menorca. Resulta que ahí, o al menos en Ciutadella, la mafia robagatos también tiene sucursal.

Vi al menos 2 anuncios esparcidos por la ciudad.

Pensé que era cosa sólo de mi barrio pero no. Es una epidemia nacional, o al menos eso parece.

Crisis a nivel 'niños'

La semana pasada fui a Londres el fin de semana y no vi ningún anuncio de gatos perdidos. Increíblemente sí que fui ligeramente amonestado por una señora de credibilidad cuestionable que pedía fondos para ayudar a la búsqueda de niños perdidos. O robados.

Normalmente este tipo de operaciones se ganan mi apoyo dada la naturaleza de las mismas, pero en esta ocasión, algo en ella me hacía dudar. ¿La razón? En Reino Unido no se suelen hacer ese tipo de colectas.


Para animales sí.

Estoy harto de ver mesas en todos los puntos céntricos de cualquier ciudad, pueblo, o aldea británica, pidiendo dinero y, of course, apoyo moral, para acabar con la crueldad contra los animales.

Fotos y esquemas a todo color y de un gráfico espeluznante te explican cómo ese abrigo de piel de zorro acabó en tus manos y cómo quedó el zorro después del proceso. Idem con los cosméticos y los conejos. Foto tras foto de conejo mutilado, con los ojos hinchados, mutantes, etc.

Todo para que ayudes a obligar a la industria cosmética para que no hagan pruebas con los Bugs Bunny de turno para que tú te puedas comprar sombra de ojos de Guerlain. Por no hablar de las famosas campañas anti el famoso burro español al que año tras año los lugareños de algún pueblo ibérico han emborrachado.

A todo eso estoy acostumbrado.

También lo estoy, dado el estatus mundial de la capital británica, a un sinnúmero de solicitantes de ONGs como Amnistía Internacional (organización que admiro y que parece ser que el Gobierno Español, independientemente del partido en el poder, aborrece), The International Campaign to Ban Landmines, The Climate Action Network, Trade Justice Network, Oxfam, a la vez de cosas como UNICEF o la
The World Court Project etc. que yo aún no he visto en Gran Vía o en el Passeig de Gracia. Será que en España contribuimos a otras cosas menos internacionales.

A lo que no estoy acostumbrado es a que los británicos pidan dinero para encontrar niños perdidos. Niños víctimas de minas sí, niños raptados.... supongo que sí, pero menos.

Total, que la señora no me inspiró confianza alguna. Igual me equivoqué.

El caso es que estaba con un amigo escocés, y él también la miró con cara de “¿y esta?”. Bueno, igual pasó eso de mal de muchos consuelo de tontos.

Crisis a nivel 'comercial'

También he visto que algunos negocios empiezan a cerrar. Bares y restaurantes. Algunos de diseño y otros de no tanto diseño (el tan famoso ‘national cutre-look’ de barrio). El caso es que se nota que algunos negocios no están funcionando.

No me gusta que la gente se quede sin trabajo, pero menos me gusta que los marchantes traten de aprovecharse del consumidor.

Este sábado fui a una óptica con mi pareja a ver gafas de sol. Nos parecieron caras (160 euros por unas gafas Oakley) y decidimos irnos sin comprar nada. El dependiente lo oyó, y ni corto ni perezoso nos soltó un “Os puedo hacer un descuento de 30 euros” que nos pareció gracioso.

No el descuento, sino la necesidad angustiosa de vender un producto de plástico que se vende a precio de oro, a precio de plata.

La óptica en concreto no está ubicada, está ubicadísima en pleno barrio de Chueca-Justicia, en teoría, la zona más chic de la capital. Y los precios están a juego. Sin embargo, en tiempos de crisis, ni gafas, ni monerías. Ni a precio de plata.

Crisis a nivel 'cliente'

Entiendo que el alquiler sea caro, pero siempre me he asombrado, sobre todo desde mi estancia londinense, en un factor tan básico como el factor consumidor. Mientras que en EEUU los negocios se molestan en tratar al cliente como rey, en Europa se molestan en hacer precisamente lo contrario.

Ahí, por suerte o por desgracia, el cliente siempre espera hacerse con una buena compra. En Europa igual, pero no lo conseguimos.

Más allá de las rebajas de El Corte Inglés, y eso que según qué y cuándo, en España, como en Reino Unido, como en Francia, lo de bajar los precios es algo que los negocios prefieren no hacer ni a tiros.

Yo siempre he pensado que siempre venderás más naranjas a 50 céntimos que a 2 euros. Y sin embargo, siempre las venden a 2 euros. Hasta en tiempos de crisis.

Pésima costumbre.

Crisis a nivel 'costurera'

Hace un par de días volví a ir a la costurera para que me recoja el bajo de un pantalón. “Me acordé mucho de usted el otro día”, me comentó. Resulta que tuvo una reunión con otras señoras de la empresa y los jefes “!Echaron a una de las buenas¡”, me dijo. “Menos mal que no dije nada”, me explicó, “tenía usted razón”.

Se la había dicho antes, en tiempos de crisis no hay que dejar de trabajar. Es un error garrafal.

Me alegro que la señora costurera no se dejó llevar por las pasiones. Igual en vez de haber sido “una de las buenas” a las que echaron, podría haber sido ella. Una de las normales. Como todos.

Nadie somos indispensables. Ni como empleado, ni, al menos en Europa, como cliente. Aunque esto último, que se lo digan a aquellos comercios que cierran. Claro que las razones serán muchas, pero seguro que el precio de las cosas influyó a la caída.

¿Crisis a nivel 'chino'?

Curiosamente, los chinos de mi barrio no cierran.

Pero los gatos desaparecen.

En mi barrio seguimos en crisis.

martes, 16 de septiembre de 2008

Criticar por criticar '2008'

AOG, Madrid



Hoy tuve que tomar un taxi para llegar a la oficina. ¡Siempre con prisas! En el viaje tuve que tragarme un buen rato de emisión radiofónica anti-zapaterista cortesía del chófer y su tilde político.


No es que piense que el señor Zapatero puede existir libre de crítica. Es sólo que si vamos a criticar al Gobierno, hagámoslo bien.


Sin embargo, tuve que escuchar a un trío de borricos rebuznando. No sé qué emisora era. No quise preguntar al conductor qué era eso que estábamos escuchando. Vergüenza ajena, además de la posibilidad que el buen señor les defendiese y la fuésemos a liar en pleno barrio de Salamanca.

El caso es que muy a menudo uno tiene que escuchar en los medios cosas que no tienen razón de ser. Una cosa es la libertad de expresión, y otra el darle un micrófono a un tonto. Como dije, no son tontos por no encontrar al señor Zapatero de su agrado. Lo eran por ridiculizar tonterías y banalidades.

En concreto, escuché que el señor Zapatero había estado en Turquía y, acto seguido, criticaron la reivindicación del pasado musulmán de España que el presidente del Gobierno hizo ahí.


Después dijeron que en Europa Zapatero solo contaba en la Italia de Prodi y poco más, y que, ahora que “gracias a Dios” Italia ya no tiene a Prodi, Zapatero no contaba para nada de nada.


Criticaron su búsqueda de aliados en la anterior legislatura, y lo mismo en esta.
Y más rebuznos. Criticar por criticar.


No hubo análisis, ni otras opciones a contemplar. Simplemente ellos estaban ahí para despotricar como porteras, con perdón de las señoras porteras, a viva voce.

Triste. Espeluznante. Sin sentido. Barato.


Ayer vi al señor Gallardón en televisión, en 'Tengo una pregunta para usted' concretamente. Un chico le pidió fuego porque no tenía qué preguntar.


¿Apatía o descaro?


El buen señor Gallardón respondió como todo un profesional de la política bufando discurso político, aunque con la extrema delicadeza de pedir no que se haga miembro el fumador en cuestión del PP, sino que simplemente se informe.



No me gustó nada. No me gusta el politiqueo barato. Y responder programa político a una pregunta inane gratis, es de muy mal gusto.

No solo eso, es que no sirve de nada. Hay dos cosas que suelen ser contraproducentes en la vida, las llamadas telefónicas vendiendo algo que nadie quiere comprar, y las misivas políticas hechas a destiempo cuando en verdad de lo que se habla es de otra cosa, aún cuando no se esté hablando de nada.

La mayoría de las compañías saben lo primero, la mayoría de los partidos políticos serios saben lo segundo.

Únicamente las compañías de tercera siguen en las mismas. Inclusive en España (Jazztel, Telefónica son buenos ejemplos). No llamaría al señor Gallardón político de tercera, pero ...

lunes, 15 de septiembre de 2008

La insoportable levedad del ser weekend

AOG, Madrid

La vida, dicen, va por etapas, y suele ser circular. No sé si estoy de acuerdo o no, pero hace unos días que vengo pensando en ello.

Yo me fui de Londres hace un par de años creyéndome pionero en ello, y me vine a España. No es que sea mi ‘casa’ en el sentido clásico de la palabra, pero bueno, algo parecido. Desde entonces algunos de mis amigos en Londres también se han ido marchando a sus respectivas casas. Algunos vuelven a España, otros a EEUU, y ayer descubrí que también a Australia.

Hace unos años conocí a 3 australianos en Londres en el trabajo. Nos hicimos amigos y mantuvimos el contacto más o menos esporádico que los amigos que viven en Londres mantienen, dada la enorme extensión de la ciudad.
Ahí es de lo más normal no ver a los amigos más que una vez al año si no se vive cerca. Recuerdo un amigo madrileño que vivía en el norte al que veía como mucho 2 veces al año. De hecho, cuando se volvió a Madrid, le veía más a menudo pero sólo porque se quedaba en casa cuando lo hacía.

Pues ayer me encontré con ella. Se vuelve a Melbourne. Su madre está a punto de ser operada de una rodilla y su hermana tiene Esclerósis Múltiple y necesitan que vuelva a vivir con ellas. Después de 17 años en Londres regresa a Australia a vivir.

No le va a ser fácil, me comentó. “Lo más seguro es que les coja manía por hacerme volver y me resienta”, me dijo.

La entiendo. Me puso de ejemplo que de las pocas cosas que le hacían ilusión de volver era que podía conducir el coche de su hermana. Sin embargo, estaba resignada y sería mentira decir que no quiere volver o que se siente obligada.

En absoluto. “Its time to get back” me dijo. Admiro su sabiduría. Yo, de momento, nunca he dicho esas palabras con ningún tipo de convicción.

De los tres amigos, es la única que aún vive en Londres. Y de momento, no sabe qué va a hacer para ganarse la vida. "Tendré que ver", me dijo.


Por si fuera poco, en el avión de vuelta a Madrid me encontré con que la Purser era amiga mía. Habíamos trabajado juntos hace años y no nos veíamos desde 1998. En el inter se fue a vivir a Bahrain, luego Vietnam, estudió otra carrera y, finalmente, ella también había vuelto a España. Ahora vive en Madrid.


Se suponía que este fin de semana también tenía que verme, lo cual no llegué a hacer, a un amigo de Cartagena que desde hace 3 años vive en España, aunque mantiene un piso en Londres y va, como yo, de vez en cuando.


En fin, que para muchos de nosotros, la etapa Londres está terminando de alguna manera.

Einmal....


Recuerdo la novela de Milan Kundera, La insoportable levedad del Ser.

En ella, se expone la idea de que cada vida es esencialmente insignificante, cada decisión esencialmente irrelevante. Luego, ya que las decisiones no importan, ellas son leves (ligeras, livianas): no nos atan. Einmal ist Keinmal (una vez es nunca).

Pero al mismo tiempo, la insignificancia de nuestras decisiones (nuestras vidas o nuestro ser) es insoportable. De ahí la insoportable levedad del ser.

¿Qué quiere decir todo esto? Creo que más que a Kundera, he de leer más a Nietzsche para entender este regreso eterno que estamos haciendo todos al inicio.

Quizá el regreso siempre se ha estado dando (hay muchos tipos de regresos) y yo apenas ahora me estoy dando cuenta.

Todo esto después de 48 horas en la capital británica.
¡Cosas del te a las 5!


viernes, 12 de septiembre de 2008

Chavez y los Yankees de mierda....encore une fois

AOG, Madrid

El señor Hugo Chávez. ¿Qué podemos hacer con él? Uno no sabe si reírse o llorar con sus jugarretas y berrinches.

Ayer, en un momento de, digamos, “divísmo bolivariano”, el presidente de la pobre república bolivariana de Venezuela, en un arranque –sui generis- de solidaridad andina con Bolivia, expulsó al embajador de EEUU del país.

No contento con eso, acto seguido, en uno de esos momentos “se me fue la pinza” a los que los políticos nos tienen poco acostumbrados y que la historia recoge como señales del principio del fin, soltó un "¡Váyanse al carajo, yanquis de mierda" que le salió del alma, pero que le quedó como el culo.

¿Exactamente qué busca este dictador (zuelo) caribeño?

A- ¿Que EEUU bombardee el país?

B- ¿Hacerse el valiente ante la primera potencia mundial?

C- ¿Demostrar, a su manera, que no teme a Washington?

Supongo que a estas alturas, EEUU está tan harto de este señor que los teleles públicos como el de ayer ni siquiera registran en el radar de países tercermundistas problemáticos como un blip.


Me parece haber escuchado que ayer precisamente en Caracas había dos o tres bombarderos rusos con capacidad nuclear estacionados. Así cualquiera, ¿no?