viernes, 7 de noviembre de 2008

Elecciones de EEUU, la clave está en el bolsillo

AOG, Madrid


-Claves-

Aquellos con ingresos por debajo de los 100.000 dólares pagarán menos impuestos con Obama que con McCain. De 100.000 a 250.000 dólares, ambos candidatos ofrecen lo mismo en términos de reducción fiscal. A los que ganen más de 250.000 dólares, Obama les subirá los impuestos

McCain asegura que destinará parte de los fondos del plan de rescate de Wall Street, y un nuevo fondo de la Administración Federal de Vivienda de unos 234.000 millones de euros, a adquirir préstamos hipotecarios problemáticos para evitar los embargos

-Datos-

Desde 1965 los más necesitados recurren a Medicaid - un programa del que se valen las familias con bajos ingresos, niños, jubilados y las personas minusválidas-, aunque se estima que el 60% de los ciudadanos más pobres no tienen acceso a este programa

Obama propone una moratoria de tres meses para las viviendas que vayan a ser embargadas y modificará el sistema crediticio para que los contribuyentes que pagan una hipoteca puedan acogerse a un sistema de deducciones fiscales del 10%






La carrera hacia la Casa Blanca en el 2008 no acabará de la misma manera que empezó. Mientras que al inicio de la campaña presidencial los temas de mayor interés se centraban en la personalidad de los candidatos y en sus planes de gobierno, es obvio que la crisis financiera y su repercusión a largo plazo han hecho que el ciudadano medio de EEUU esté más preocupado por su futuro económico que por el color de la piel de los candidatos o su género. Ambos bandos, tanto el republicano - encabezado por el senador John McCain y su glamorosa candidata a la vicepresidencia, la gobernadora del estado de Alaska, Sarah Palin-, como el demócrata -liderado por el primer candidato afroamericano, el senador por el estado de Illinois Barack Obama y por su número dos Joe Biden, senador por el estado de Delaware-, luchan por convencer al estadounidense de a pie de que sus políticas y sus planes ayudarán a mejorar la salud de aquello que más les duele: el bolsillo.


Y no lo tienen fácil. Aquel que jure su cargo ante el Congreso el 20 de enero del 2009 tendrá la responsabilidad de estimular la mayor economía del mundo a corto plazo, dejando los planes económicos a largo plazo para más tarde. Muchos analistas ya no se preguntan cómo será el paquete de salvamento económico del 2009 sino qué tipo de presupuesto se puede esperar para el 2012. Lo que nadie duda ya es que aquel que convenza al electorado de que bajo su mandato pagará menos impuestos será el ganador. No hay otro tema de mayor interés en la campaña.

Subsidios a corto plazo

Si algo hemos aprendido de la crisis financiera, es que el crédito ya no puede salvar la economía como lo ha hecho otras veces. De hecho, es la sobreabundancia de éste recurso, y su abuso, lo que ha empeorado la situación económica. Desde el 2005 la deuda de los hogares en EEUU ha crecido un 20% y ahora está cercana a los 13,8 billones de dólares (10,8 billones de euros).

Como respuesta a aquellos ciudadanos que piden una ayuda económica inmediata, ambos candidatos han propuesto planes específicos que, esperan, reactivarán la economía en el 2008 y el 2009.

El senador Obama propone un reembolso energético de emergencia de 1.000 dólares (unos 780 euros) para familias, y de 500 dólares (unos 390 euros) para individuos, a la vez que permitir la posibilidad de efectuar reintegros sin penalización de los planes de jubilación y pensión conocidos como los IRA y los 401K.

Para los IRA será posible pedir un reintegro de hasta un 15% del valor total; para los 401K se podrán retirar hasta 10.000 dólares (unos 7.700 euros) sin problemas o penalizaciones.

Por su parte, el senador McCain propone recortar hasta un 7,5% los intereses de las plusvalías de aquellas acciones compradas hace más de un año. También quiere incrementar el importe de las minusvalías que se pueden desgravar de los ingresos regulares de entre 3.000 y 15.000 dólares (entre 2.340 y 11.700 euros) e imponer un impuesto a los jubilados que quieran hacer un reintegro de sus IRA y 401K de no más del 10% del total de estos planes.

Impuesto sobre la renta

Ambos candidatos han prometido rebajar los impuestos en general, pero para muchos ciudadanos, el problema radica en saber quien acabará pagando la cuenta, sabiendo que siempre es el contribuyente el más perjudicado prometan lo que prometan.

El senador McCain quiere extender permanentemente todos los recortes de impuestos que la administración Bush hizo en el 2001 y el 2003 y elevar gradualmente a lo largo de varios años la exención tributaria personal por cada persona dependiente desde 3.500 hasta 7.000 dólares (de 2.730 hasta 5.460 euros aproximadamente).

Según un informe de Deloitte Tax, la firma de contabilidad y asesoramiento financiero, el plan del senador de mantener la tasa más alta del tipo impositivo en el 35% hará que los contribuidores con el nivel de ingresos más alto sean los que más se beneficien "bajo el plan de McCain".

El Urban-Brookings Tax Policy Center, un grupo de expertos independiente, cree que un 1% de ese grupo puede ver un recorte de impuestos sobre la renta de más de 125.000 dólares (cerca de 97.500 euros).

Por su parte, el senador Obama ha dicho que favorece recortes fiscales para la clase media y subidas para aquellos con los salarios más altos - es decir, aquellos individuos que ganen más de 200.000 dólares al año (cerca de 156.000 euros)-. Aunque ha asegurado que extenderá los recortes que hizo Bush en el 2001 y el 2003, el líder demócrata ha dicho que subirá las dos tasas marginales más altas del impuesto sobre la renta al 36 y al 39,6%.

Por su parte el senador McCain ha aprovechado el plan de Obama para asegurar al electorado que pagarán más impuestos si gana el candidato demócrata. El senador por Illinois ha recordado más de una vez durante la campaña que menos del 3% de los hogares estadounidenses ganan más de 250.000 dólares al año.

Impuesto sobre sucesiones y AMT (Impuesto mínimo alternativo)

Ambos candidatos han dicho que apoyan extender los niveles de exención al AMT - un impuesto añadido al impuesto sobre la renta diseñado para gravar a aquellas personas con salarios muy altos que se pueden favorecer de algunas ventajas fiscales para pagar menos o incluso ningún tipo de impuestos- establecidos en el 2007.

También han dicho que cambiarán la ley sobre el impuesto de sucesiones para hacer que la exención personal de 2 millones de dólares (cerca de 1,5 millones de euros) que el año próximo subirá hasta 3,5 millones de dólares (unos 2,7 millones de euros) sea transferible de un cónyuge a otro.

Además de esto, el senador Obama quiere que se congele en el 45% el impuesto sobre sucesiones para el 2009, que se aplica a aquellas sucesiones valoradas por encima de los 3,5 millones de dólares por persona (aproximadamente un 0,3% de las mismas).

Según la firma Deloitte Tax, un patrimonio de 5 millones de dólares (unos 3,9 millones de euros) pagaría 675.000 dólares (unos 525.000 euros) de impuestos bajo su plan.

John McCain, en cambio, ha propuesto rebajar el impuesto sobre sucesiones del 45 al 15% para aquellas valoradas en más de 5 millones de dólares por persona (aproximadamente un 0,2% del total). De esta manera, un patrimonio de 5 millones no pagaría ningún tipo de impuesto bajo su administración.

Sanidad

Otro de los temas que más atención ha adquirido durante esta elección es la sanidad. EEUU es un país que carece de un sistema de sanidad pública de carácter universal. Para la inmensa mayoría de los estadounidenses, sus necesidades médicas las cubre un seguro privado cuyo precio medio a nivel nacional es de 12.000 dólares (unos 9.350 euros) por familia.

Desde 1965 los más necesitados recurren a Medicaid - un programa nacional, administrado por cada estado, del que se valen las familias con bajos ingresos, niños, jubilados y las personas minusválidas-, aunque se estima que el 60% de los ciudadanos más pobres no tienen acceso a este programa.

De hecho, según datos del Buró Oficial del Censo, en agosto del 2007 el 15,3% de la población de EEUU, es decir unas 45,7 millones de personas, no poseía ningún tipo de seguro médico.

Ambos candidatos han dicho que quieren que un mayor número de familias tengan acceso a un sistema sanitario más barato. Aquí también difieren sus propuestas.

Barack Obama propone crear un sistema de subsidios basado en los ingresos para los seguros médicos a través de un sistema de intercambio nacional de nuevo corte, además de incrementar el acceso a Medicaid y al Programa estatal infantil de seguros de salud, - el 'State Children's Health Insurance Program'-, e imponer el cuidado infantil obligatorio. También propone expandir los programas de ayuda a los pobres, haciendo de ellos el grupo más beneficiado por su política.

El senador por Illinois requeriría de las empresas que no ofrecen ningún tipo de cobertura a sus trabajadores que contribuyesen un porcentaje de su nómina al plan nacional. Las pequeñas empresas estarían exentas y tendrían derecho a créditos fiscales reembolsables en el 50% de las primas.

Bajo este plan, las familias pagarían 185 dólares (unos 145 euros) menos en primas y 253 dólares (unos 195 euros) menos en el pago directo de servicios médicos. La consultoría Lewin Group calcula que el plan de Obama reduciría hasta 26,6 millones el número de personas sin seguro médico en EEUU para el 2010. En el 2008 existen cerca de 48,9 millones de estadounidenses en esta situación.

El senador por Arizona quiere reemplazar el sistema de exenciones del impuesto sobre la renta para las primas de seguros que ahora pagan los trabajadores con un crédito impositivo reembolsable de 5.000 dólares por familia o 2.500 a título individual (unos 3.900 y 1.950 euros respectivamente). El plan prevé que cualquier crédito que no llegue a ser usado sería depositado en una cuenta de ahorros de la salud -Health Savings Account-.

Su Plan de Acceso Garantizado, o GAP - Guaranteed Access plan-, permitiría que aquellos individuos a los que ha sido denegado un seguro o cualquier otro tipo de protección, obtengan un seguro a través de una mancomunidad de alto riesgo gestionada por los estados individualmente pero administrada por las aseguradoras privadas.

El senador McCain aboga por que la gente pueda comprar un seguro médico en un estado que no sea aquel en el que residen, lo cual reduciría la efectividad de la regulación del estado pero daría una mayor selección comercial al comprador.

Bajo este plan, las primas para las familias serían unos 379 dólares (unos 295 euros) más caras y los pagos directos por los servicios médicos subirían aproximadamente 105 dólares (unos 82 euros) más. Para Lewin Group esto se compensaría de manera "más que suficiente con un incremento neto de los subsidios fiscales de 1.570 dólares (unos 1.225 euros) y las ganancias en nómina como resultado de los ahorros de la empresa". Se estima que este plan reduzca en 21,1 millones el número de personas sin seguro.

Los analistas discrepan ante los beneficios de ambos planes y el número de beneficiados. El Tax Policy Center asegura que de ser elegido McCain, en el primer año de su mandato cerca de 1,3 millones de personas obtendrían cobertura médica. Si el senador Obama es el elegido, lo harían unos 18 millones. Para el Lewin Group, 21 millones se beneficiarían con John McCain y 26,6 lo harían bajo el plan de Barack Obama.

Una de las críticas al plan del senador McCain es que su plan beneficiaría sobre todo a la gente joven y sana que no tiene seguro. Dado que este sector demográfico es barato de asegurar, el crédito fiscal serviría para ayudarles a comprar un seguro privado, aunque el senador ha declarado que también ayudaría a aquellos a los que ahora no les venden un seguro por tener alguna condición médica preexistente.

El senador Obama ha dicho que forzará a las aseguradoras a vender un seguro médico a cualquier persona que quiera comprar uno.

Gane el candidato que gane, la sanidad pública es un factor que no saldrá barato a ningún partido. Se calcula que los planes del senador republicano, de ser aprobados en el Congreso, costarán 185.000 millones de dólares (unos 145.230 millones de euros) en su primer año; los del senador demócrata 86.000 millones de dólares (unos 67.485 millones de euros). ¿De dónde saldrá el dinero?

Los republicanos dicen que anticipan este dinero de los ahorros que se harán al hacer más eficiente el sistema médico y, por ejemplo, su persecución de aquellos que fraudulentamente abusan del Medicaid.

Los demócratas han dicho que el dinero saldrá de la abolición de los recortes y ventajas fiscales que el presidente Bush proporcionó a los ciudadanos más ricos del país, al igual que de las mejoras al sistema médico.

Inversiones

Ambos candidatos han dicho que harán planes para apoyar a las pequeñas empresas. Según datos del 2004, en EEUU hay un total de 24,7 millones de pequeñas empresas y ambos senadores han propuesto estrategias para incrementar y gestionar las plusvalías, dividendos y ahorros para la jubilación que afectarán a los inversores.

Mientras que el senador McCain quiere que se mantenga el tipo impositivo más alto para dividendos y plusvalías a largo plazo en el 15%, su rival para la Casa Blanca quiere eliminar todos los impuestos sobre las plusvalías para todas las pequeñas empresas y a la vez incrementar los impuestos sobre las plusvalías a largo plazo de los valores y los dividendos cualificados del 15 al 20% para aquellas familias que ingresen más de un cuarto de millón de dólares al año, o 200.000 dólares (unos 155.000 euros) para individuos. También quiere que los intereses trasladados sean tasados como ingresos.

Seguridad social y jubilación

Según los datos del Buró Oficial del Censo, en EEUU había 35,6 millones de jubilados en el 2002 -un 12% de la población-, y se estima que para el 2030 esta cifra subirá hasta 71,5 millones. Aunque ambos candidatos han sugerido la suspensión temporal del requisito de que los jubilados de más de 70 años accedan a sus planes de jubilación, ninguno ha ofrecido de momento un plan a largo plazo para revisar substancialmente la manera en que los ciudadanos de EEUU ahorran para la jubilación.

Barack Obama quiere introducir un impuesto sobre la nómina de entre el 2 y el 4% para los ingresos de más de 250.000 dólares (unos 195.000 euros) a dividir entre la empresa y el trabajador. El senador también propone un plan de seguridad para la jubilación en el que se registraría automáticamente a los trabajadores en un plan de pensiones en su empresa.

Aquellos empresarios que no ofrezcan ningún tipo de plan para la jubilación estarían obligados a inscribir a sus empleados en una cuenta individual de pensión de depósito directo. El candidato por Illinois también propone un crédito de ahorro que equipare el 50% de los primeros 1.000 dólares de ahorros para aquellas familias que ingresen menos de 75.000 dólares (unos 58.300 euros). Por último, el senador quiere eliminar el impuesto sobre la renta para las personas mayores de 65 años que ganen menos de 50.000 dólares al año (unos 39.000 euros).

John McCain favorece la privatización del Seguro Social a través de programas que permitan a los empleados más jóvenes ingresar un porcentaje de sus impuestos salariales en cuentas personales que serían invertidas en el mercado.

Hipotecas

No es ningún secreto que una de las razones por las cuales la economía mundial está en crisis se encuentra en las hipotecas 'subprime'. Gane quien gane la carrera presidencial, éste será uno de los temas a tratar prioritariamente.

Ambos candidatos ya han ofrecido sus recetas propias. El republicano John McCain ha asegurado que de ganar las elecciones, ordenará al Tesoro destinar parte de los fondos del plan de rescate de Wall Street y un nuevo fondo de la Administración Federal de Vivienda de 300.000 millones de dólares (unos 234.000 millones de euros) a adquirir préstamos hipotecarios problemáticos para ayudar a las familias a librarse del embargo.

Por su parte, el candidato demócrata, Barack Obama, propone una moratoria de tres meses para las viviendas que vayan a ser embargadas y modificaciones en el sistema crediticio para que los contribuyentes que pagan una hipoteca puedan acogerse a un sistema de deducciones fiscales del 10% a la hora de pagar sus impuestos.

De hecho, en un guiño a muchos posibles votantes de clase media que están sufriendo los efectos de la crisis, el senador por Illinois se preguntó recientemente por qué el Congreso aprobó de forma tan rápida el plan de rescate de Wall Street y no hace lo mismo con un plan para ayudar a las familias a pagar sus hipotecas. "Si no lo hace pronto, lo haré yo como presidente", advirtió.

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