miércoles, 6 de septiembre de 2006

Fin de una etapa única


La etapa de radio ha terminado. Con mucho dolor, la semana pasada me despedí de mis compañeros. Gran Bwuana, Jefe #2, jefas, compañeros, colaboradores, emisoras, invitados, jefes de sección, corresponsales en el extranjero más becarios de otras secciones....en fin, todas las personas que de alguna manera, me regalaron un verano inolvidable.

Y también adios a los temas. A aquellos quebraderos de cabeza que suponía el tener temas para sugerir en reunión día tras día. Me quejo, pero si soy sincero, es de lo que más me gustaba hacer. Me encantaba tener temas de actualidad para poder pedir que se hicieran. Como aquel famoso tema de la Cuba post-Castrista que fue vetado por la enfermedad del susodicho octogenario dictador y líder de SU revolución cubana y el predecible traspaso de poderes a su hermano Raúl. Durante un par de días, estuve corriendo por delante de la actualidad pues mi idea salió antes que su enfermedad. Pero no importó.

Como tampoco importan las llamadas a distintas radios para hacer el tema de la urbanización depredadora. O las llamadas a diversas patronales que estaban de vacaciones y que no cogían el teléfono. Y las llamadas a los llamados expertos que se habían pirado fuera de vacaciones y no entendían cómo...seamos honestos y claros...salir en la TOBE era más importante que cualquier otra cosa...¡y nunca lo entendieron!

Los que sí lo entendieron, y a quienes también estoy 100% agradecido, eran los impagables colaboradores de la pieza de los nuevos inmigrantes españoles. Los más preparados. Los que no pisarán una fábrica de automóviles en Alemania más allá de para comprase uno y que viven en Inglaterra o EEUU y no trabajan de asistentes domésticos sino que personas procedentes de países con menos recursos que el suyo son los que ellos contratarán para que tengan sus casas sin mácula alguna. A todos gracias.

Como regalo de partida, y sé que suena a tontería pero para mí no lo fue,
Viggo Mortensen fue a la radio para promocionar la película del Capitan Alatriste. En persona era simpático y se dejó hacer un par de fotos. También tuvo que dejarse besar por las chicas que se le abalanzaban encima con los labios dispuestos a besarle pase lo que pase.

Era mi último día y lo vi todo un poco como si fuese una película. Yo participaba claro, pero lo veía todo como una especie de espectador mudo. Estaba y no estaba a la vez. Como un sueño ¿quizá lo soñé? Como la etapa de la radio. ¿Un sueño? ¿Ocurrió de verdad? ¿Ese era yo? Eso suele decirse de las fotos antiguas. Hoy lo digo de los recuerdos recientes, que en unos meses serán recuerdos antiguos y más adelante formarán parte de la memoria. Hoy lo llamo etapa. Mañana quizá lo llame época. ¿Llegará a ser una era? ¿Quien lo sabe?

De momento, me conformo con publicar y mirar las fotos del verano con los compañeros antiguos y nuevos que me acompañaron en la radio, las fotos de Viggo, y hacer como las mujeres que, según los diarios gratuitos madrileños, combaten la depresión de la vuelta a casa mirando fotos. Miraré a Viggo. Y trataré de no olvidar lo vivido.

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