jueves, 21 de septiembre de 2006

Ratzinger 0 Ahmadineyad 1



No es cuestión de echar más leña al fuego, ni de defender algo que se me antoja indefendible. No es cuestión de tomar partido ni de subirse al carro titulado “pues claro” o al que dice “si es que son unos.....”. Es cuestión de tomar nota.

Es cuestión de decir que el Islam radical está de más, y de decirlo bien alto y bien claro. Pero no sólo el Islam radical. Cualquier religión radicalizada está de más.

No quiero cuestionar los a favor y los en contra de las religiones, ni me interesa descubrir cual es la verdadera, o la mejor.

Sólo quiero decir en este espacio lo siguiente:

1- Joseph Ratzinger se equivocó al tratar de menospreciar al Islam.

2- El Islam radical se equivoca si cree que puede subsistir en este planeta rasgándose las vestiduras cada vez que alguien dice algo acerca de él que no le parece a según quienes. Esa especia de dictadura ideológico-religiosa ya no cuela en el siglo XXI por muy rápido que se organice y mucha bulla que haga.

3- Tristemente, ha sido el presidente del gobierno español el único líder que hasta el momento ha defendido al Papa. Triste porque Zapatero es el presidente de un país que se hace llamar aconfesional. ¿Vamos camino de ser, una vez más, el martillo de herejes de antaño?

4- La única persona que ha salido bien parada de todo esto ha sido Mahmoud Ahmadineyad.

El líder iraní ha logrado colocarse aún más como líder islámico con su llamado a dejar al Papa tranquilo por ser un hombre de paz. Según cuenta La Vanguardia:

“El presidente iraní, Mahmoud Ahmadineyad, afirmó el lunes que sentía respeto por el Papa Benedicto XVI y dejó entrever que aceptaba las disculpas que ofreció el Sumo Pontífice por unos comentarios que realizó sobre el Islam.

"
Respetamos al Papa y a todos los que están interesados en la paz y la justicia", expresó Ahmadineyad a la prensa, al ser consultado sobre las declaraciones que realizó la semana pasada Benedicto XVI del Islam y la violencia, que generaron duros cuestionamientos por parte de grupos musulmanes. "Lo que siento es que algunos atribuyen la información incorrecta a las personalidades", dijo el mandatario, que se expresó a través de un traductor.

Sin comerlo ni beberlo, Ahmadineyad ha subido un par de puntos en la estima de muchos al, sin duda, de alguna manera, disminuir las críticas hacia el Papa católico (no olvidemos que no es el único Papa de la fe cristiana) y sobre todo, al presentarse como una voz templada cuando del Islam últimamente sólo hemos escuchados llamados a acabar con Roma y su Papa por parte de grupos radicales islámicos.

Al final habrá que darle las gracias al presidente iraní.

Algo que no estaría de más, de no ser porque de Irán no se fía nadie y mucho menos cuando el tema nuclear está tan candente y en la mente de todos.

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