martes, 1 de agosto de 2006

“Lo que es fácil no perdura, sólo lo imposible es eterno”


Este fin de semana fui a ver la obra La Felicidad, escrita y dirigida por Javier Daulte. Daulte es un dramaturgo argentino, afincado en España. De alguna manera me estoy convirtiendo en fan. Juan ya lo es, y de ahí que yo me haya enterado de que este hombre existe hace poco más de un año.

De su estilo,me gusta como enlaza lo cotidiano con lo supernatural. Será porque es de Hispanoamérica y estará influenciado por el realismo mágico que tan bien se da por ahí. Aunque con el toque kafkiano propio de un argentino. Creo que eso es lo que me gusta más de las obras que he visto.

La primera obra que vi de él se llama ¿Estás Ahí? La he visto en Barcelona, en catalán, y en Buenos Aires, en castellano. No soy catalano parlante pero me gustó más la obra en catalán. Salía Clara Segura, actriz buenísima.

La argentina también estaba muy bien hecha – si algo aprendí durante mi viaje por Argentina el año pasado es que el país es un estado europeo afincado al cono sur y en pocas cosas no está a la altura de Europa- pero, la verdad sea dicha, uno de los países tenía un actor guapo, y el otro un actor talentoso.

La belleza siempre triunfa sobre el talento.

De vuelta a España, en La Felicidad también sale Clara Segura. De nuevo en catalán. Pero esta vez no corrí la misma suerte que hace unos meses. Esta vez me enteré de bastante poco de lo que ocurría. No tanto por el idioma, que por supuesto influye, sino también porque la obra en si es bastante retorcida. Lo que ahora se llama el Metateatro. Lo investigaré un poco....

Sólo diré que es la primera vez que salgo de una obra sin saber qué pensar. Con mucho que decir, pero basado en ideas incoherentes y confusas. Hay muchas cosas que no entendí y no sé por qué no lo hice. Me gustaría ver la obra en castellano a ver si me entero un poco más.

Hubo una frase en la obra que me gustó mucho. “Lo que es fácil no perdura, sólo lo imposible es eterno” y como ejemplo se pone a Dios.

Dios... es imposible, ergo eterno. Creo que es una frase muy certera en su análisis. Lo que es fácil, se logra, y por lo tanto, como ente recién creado, tiene una existencia limitada.

Ya sean días, o siglos. Nada es para siempre. O al menos, nada que sea fácil, id est, que pueda existir sin cambiar las leyes del universo. Como ejemplo....todo lo que existe. Todo es temporal.

Pero lo imposible....eso sí que tiene todas las de ganar. Lo imposible está condenado y encadenado a una eterna búsqueda y lucha para que exista. Para ser creado. Para poder darle vida, e, irónicamente, a la vez matarlo.

Quizá fue eso lo que le paso a aquel Emmanuel hoy llamado Jesús Cristo. Quizá fue creado para poder ser destruido pues nos salía más a cuenta que volviese a ser imposible y eterno que posible y temporal.

Igual que la felicidad misma. Imposible. Pues de ser posible moriría. ¿Y quien quiere vivir si no se puede contar con la posibilidad de ser felíz?


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