martes, 28 de marzo de 2006

Alcaldía de Londres VS. Embajada de EEUU a la corte de Santiago.



El Alcalde de Londres, Ken Livingstone, no contento con haber insultado a un periodista judio llamandole "criminal de guerra" y "guardia de campo de concentración" no hace mucho tiempo, ha vuelto a las andadas.

Ahora se ha metido con el embajador de EEUU a la Corte de Santiago.

La embajada estadounidense anunció el año pasado que se negaba a pagar el recargo por entrar a conducir en el centro de Londres [que es de £8.00 si se paga antes de las 22:00 y de £10.00 si se paga después].

Según la embajada, quien, por supuesto, ya ha consultado con su equipo legal en Washington D.C., el recargo es un impuesto y como tal, los diplomáticos están exentos de pagarlo.

No sólo la embajada de EEUU se niega a pagarlo, ni tampoco ha sida la primera en negarse.Pero por alguna razón "X" Livingstone se ha cebado con ella.

Según el Alcalde Livingstone, todo es culpa del nuevo embajador de EEUU, Richard Tuttle, un millonario que hizo su fortuna vendiendo coches. La embajada ya ha dicho varias veces que esta decisión fue tomada mucho antes de que Mr. Tuttle pisara el suelo británico.

Según Livingstone "estaría muy bien si el embajador de EEUU en Inglaterra pagara el recargo como todo el mundo y no se librara de hacerlo como un choricillo de segunda" o verbatim "some chiselling little crook".

¿Son esto maneras?

Obviamente se nota que su carrera política no irá nunca más allá de lo local pues dudo mucho que ningún partido británico le vaya a dejar presentarse a nada de ámbito internacional con semejantes credenciales tras de sí.

Londres tiene la mala suerte de estar sufriendo la gestión de un señor que quiere retomar su carrera política cómo sea.

Además de subir el precio de los viajes en metro, en tren y en autobus, (y hasta en burro si lo hubiese) se ha dado el lujo de no renovar el metro, no mejorar ni implantar nuevas líneas de metro o de tren, de dejar las calles como están- id est, con baches- y de, además, cobrar por conducir por el centro. Su plan ya se está extendiendo a otras zonas de Londres of course. Nadie diga nunca que a los ayuntamientos ingleses no les gusta ganar dinero. Algo si ha hecho. Ha comprado más autobuses para Londres. Y claro, ha empleado a más conductores. Conductores que, al ser novatos, conducen muy bruscamente. De hecho, ya han habido quejas y algún juicio hay pendiente por haberse roto más de uno algún hueso subiendo y bajando dentro del autobus.


Personalmente me solidarizo con la embajada. Es un impuesto y si no tienen que pagar, que no paguen. Y Mejor haría Livingstone y su equipo en invertir dinero en los demás medios de transporte público de Londres y dejarse de batallitas con rivales muy por encima de él.


Si Livingstone quiere hacer carrera, que se busque otra esquina. ¿No?

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