domingo, 10 de agosto de 2008

La mafia robagatos

AOG, Madrid



Este verano, mi barrio está sufriendo una, a mi ver, autentica plaga de robagatos.

Desde hace un par de semanas, según voy camino del metro, he visto algunos anuncios fotocopiados, donde se pide por el paradero de algún gato.

Normalmente el minino en cuestión es de buena raza y era gatito. El primero de ellos me pareció muy triste. Nunca había visto este tipo de anuncios desde que me fui de EEUU.

Ahí sí es (o era) muy normal poner un anuncio preguntando por un gato perdido que, con un poco de suerte, volvía a casa al poco tiempo.

Momento flashback:

Mi hermana perdió un hurón con 13 años que se llamaba Simon porque ella era fan de Duran Duran en aquél entonces. Escribimos un anuncio con la descripción y una foto de Simon y lo colgamos por todo el barrio. Además ofrecíamos una recompensa de, me parece, 20 dólares.

A los dos o tres días un vecino apareció con Simon en brazos. Mi hermana se puso muy contenta puesto que nadie pensábamos que el hurón iba a volver a casa. Por lo general son animales no muy dados a la domesticidad y les encanta vivir fuera de casa. No quiso cobrar la recompensa, pero sí aceptó que le invitásemos a cenar algún día.

Pues esa escena del reencuentro inesperado con Simon me vino a la cabeza cuando leí el primer cartelito fotocopiado.

No tiene chip porque es muy pequeño todavía”, rezaba el cartel a blanco y negro.

Una semana después, vi otro cartelito fotocopiado y pegado con papel celo a una farola avisando de que habían encontrado un gato de raza tal, color cual, sexo éste u otro.

Confieso que en cuanto lo leí pensé “¡Ajá! Una mafia robagatos se apodera del barrio”. Así de cínico soy a veces.

Pues hace dos días, de nuevo, un gatito persa está extraviado y su familia lo busca. Esta vez el que habla es el gatito. "Hola, me llamo "X" y estoy perdido....".

El identikit del mismo lee muy parecido al primero, aunque se trata de otro gatito y, al menos por lo que deduzco del número de móvil, parece ser otra familia. El tono del anuncio está dirigido a un público más dispuesto a estar conmovido. Si está raptado el gatito, me pregunto si el tono de primera persona del cartel enternecerá al captor, o al cuidador. Según tengo entendido, en la humanidad, quedarse con un gato que aparece en tu ventana es lo más normal del mundo. No hace falta ser un malandrín para hacerse con un felino. Ellos vienen.

La verdad no sé si esto de raptar gatos es algo que pasa mucho en Madrid o no, pero desde que llevo en este barrio (febrero del 2006), nunca he leído semejantes carteles.

No sé si veré alguno más antes de septiembre. Espero que no, por los gatitos, claro.

¿Habrá una mafia de verdad o es que los gatitos, como las abejas, desaparecen así como así sin explicación?


2 comentarios:

Anónimo dijo...

¿Quién querría robar un gatito? Seguramente el minino habrá quedado deslumbrado por las luces de neón de tu fotografía y habrá decidido salir a investigar.
Gracias por tu visita Ynot.
Me ha sorprendido de tu blog el número de enlaces a medios de comunicación que incluyes. Casi me atrevería a adivinar tu profesión...

AOG dijo...

¡Igual aciertas! Gracias por la visita back. Espero leerte pronto.