lunes, 20 de septiembre de 2010

Septiembre 'cantado'

AOG, Madrid

Que digan lo que quieran, pero para mí, el mes se me está pasando volando.

La semana que viene hay una huelga general que, de momento, a todos le parece "un coñazo". 

Empezando por el líder sindicalista que la convocó en un principio y que así llamó al macroevento. A ver qué pasa.

Por mi parte, yo estaré trabajando y no podré secundarla. Es lo que tiene ser periodista. No puedes hacer huelgas generales, aunque en la oficina ya me han dicho que puedo si quiero, que tengo el derecho. Pero no me lo tomo. Prefiero cubrir el evento. Es mi trabajo.
Una amiga me comentaba hace unos días que ella le dijo a la niñera que tiene, una señora paraguaya, que podía ir a la huelga, que ella le respetaba el derecho.

Contestación:

"Señora, yo le agradezco, pero estando la cosa como está, yo necesito trabajar. ¿Cómo cree usted que me voy a poner a hacer huelga?"

Me pareció muy noble por parte de ambas.

Oposiciones 2010

Este mes he decidido darle, una vez más, un cambio a mi vida que desde ya me está costando mucho. Quiero prepararme para una oposición. 

 Para los que no sepan lo que es esto, en España, los puestos en la Administración Pública del estado se obtienen a través de un examen, que se llama "Oposición". Y uno lo que hace es "opositar" para el puesto. Hay personas que llevan años y años estudiando y nunca aprueban. 

Otras, aprueban a la primera. Es un sistema que tiene muchos detractores y muchos defensores. 

A favor, para algunas personas, está el hecho de que al opositar, se disminuye la probabilidad de "trampa". 

Es decir, que no cojan a fulanito por ser amigo de menganito, sino que lo han cogido por aprobar. Sin embargo, también es cierto que las oposiciones son un universo con sus propias reglas y muy a menudo, hay factores externos que ayudan a que te den una plaza. 

Por ejemplo, en algunos ayuntamientos, si llevas tiempo trabajando por libre y te presentas a la oposición, esto cuenta a tu favor. Hasta ahí bien. 

El problema es cuando llevas tiempo en el ayuntamiento porque tu amiga te abrió la puerta para que entraras en un principio. Un ejemplo aquí, en Santander. Y este otro en una oposición para maestro.

Y aunque es cierto que esto ocurre, me gusta pensar que no ocurre mucho y que esto será la excepción y no la regla. Es obvio que el sistema no es perfecto.

En contra, dicen muchos, está la manera de aprobar la oposición. Parece ser que durante la dictadura de Franco, la única manera de aprobar sin que hubiese problemas ni lugar a dudas era recitando palabra por palabra lo que decía el texto. 

Es decir, pregunta 'A', respuesta 'A' memorizada con puntos y comas. Uno vomita el conocimiento y lo recita como loro. 

La queja es que este sistema produce personas que, de verdad, no han aprendido nada más que a recitar un capítulo de un libro, y ni lo pueden interpretar, ni sabrían hacerlo. No razonaron el conocimiento. Eran otros tiempos, pero creo que, por desgracia, algo queda.

Otra queja es que, a veces, el temario de la oposición no tiene mucho que ver con la oposición en sí.

Hace tiempo conocí una taxista que me decía que tuvo que pasar un examen para que le diesen la licencia. Había muchas preguntas e inclusive le pidieron que supiese algo de inglés. Curiosamente, el examen no pedía que se supiese el tramado urbano de la ciudad. 

Es decir, a nadie se le ocurrió pedirle a un taxista que se aprendiera las calles. Y si alguna vez has cogido un taxi en Madrid, no te sorprenderá el "¿dónde queda eso?" que cada día más se escucha por la capital. Siempre me sorprende. Y no, no se arregla utilizando un GPS que en la mayoría de los casos no saben utilizar bien.

Ejemplo británico

En Londres, el conocerse la ciudad es requisito sine qua non para que te den la licencia. 

Ellos lo llaman "The Knowledge". El conocimiento.

Si no conoces las calles y las direcciones de Londres, no puedes ser taxista.
Tiene sentido, ¿no?

Bueno, pues estoy con eso, con la oposición. Acabo de empezar y ya tengo vertigo con ella.  

La semana entrante tengo cita con el preparador y "cantaré" por primera vez. Cantar es como se llama al llevar un tema estudiado y que se desarrolla viva voce frente a alguien durante 15 minutos. 

Los nervios me comen.

2 comentarios:

Gato Pardowski dijo...

Suerte!!
Aunque no la necesite...

Un abrazo...

AOG dijo...

Gracias! Y claro que la necesito!