viernes, 28 de agosto de 2009

Agosto se empeña en proseguir

AOG, Madrid

El verano continúa. No hay descanso. Hoy hizo más calor que ayer. Estoy frito totalmente.

Y además tengo un dolor en la espalda de esos. Sí, de los que te acuerdas años después y te preguntas el qué hiciste para no perder la razón y seguir viviendo.

No sé si voy a sobrevivir lo que queda del mes.

Septiembre asoma en el horizonte y no estoy preparado para este mes. Aún pienso en términos veraniegos. La semana que viene tendrán lugar dos exámenes a los que no me presentaré. Vaticino que repetiré materia este nuevo año escolar.

La verdad es que me parece una barbaridad aprender más de 5.000 años de historia en un año. Roma y Grecia deberían ser un año por sí solas, sin embargo, la UNED tiene por meta que aprendas desde los comienzos de la humanidad allá por el 7.000 a.C. hasta la caída del imperio romano de occidente (el de Oriente duró unos siglillos más). Y eso que Augusto, Alejandro Magno y Marco Aurelio son lo más de lo más. Pero no.

¡Por no hablar de Egipto, que son unos 3.000 años más o menos ellos solitos! (No querían saber nada del resto del planeta, parece ser). Me quejo gratis porque encima, me ha encantado el aprender una época de la historia que desconocía y que me ha encantado, a pesar de mis derrotas en los exámenes. Lo de siempre, falta de tiempo.

Además de esta derrota académico-pírrica (primera en mi vida) me viene un cumpleaños más a finales de mes. La depresión digamos que está instalada en casa desde hace un par de semanas y no me ha dicho para cuando tiene el billete de vuelta.

Aún no está claro del todo si me mandarán o no a Pittsburg a cubrir la cumbre del G20, pero por si acaso ya compré los billetes para Londres. No veo claro el viaje a EEUU.

Por si fuera poco, aún estoy con resaca vacacional brasileña y cuando veo todos los libros que aún no he empezado a leer, me entra esa amarga depresión literaria que se mezcla siempre con esa petarda ansiedad episto-novelística que me impide coger los libros que quiero leer pero que nunca puedo comenzar.

En fin, agosto termina con agonías físicas y septiembre empieza precoz y con agonías histórico-personales.

Y encima, ayer falleció Kennedy.

PS: Nota Light de la semana. Ayer me dejaron en el buzón de casa un menú chino de esos que polucionan los buzones de Madrid. Anunciaba en letras rojas su nuevo menú “Anti Grisis”. Me encanta.

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