viernes, 23 de marzo de 2007

La libertad de expresión muere un poco en España

AOG, Madrid

Hoy, el Partido Popular, el principal partido de la oposición en España, ha retirado la palabra a medio país. ¿La razón? unas declaraciones.

El dueño del Grupo Prisa -el grupo mediático más importante de la península- Jesús de Polanco, dijo el 22 de marzo que: "es muy difícil ser neutral cuando una de las partes considera que todo vale con tal de recuperar el poder", refiriéndose a la oposición.

El presidente de PRISA aseguró que los periodistas de la empresa intentan realizar su trabajo bajo esa premisa de neutralidad y rigor informativo y precisó que es muy difícil estar de acuerdo con el comportamiento de algunos partidos políticos "en unos momentos en los que hay quien desea volver a la guerra civil". Polanco remató diciendo que "Si estos señores recuperan el poder van a venir con unas ganas de revancha que a mí, personalmente, me dan mucho miedo", añadió.

Polanco también expresó su deseo de que en España existiese "un partido de derechas, moderno, laico, con ganas de mantener lo que hay que mantener y de cambiar lo que hay que cambiar".

Por último, el presidente del grupo dejó claro que desde que él accedió a la presidencia de PRISA en 1984, el grupo y, en particular el diario El País, no ha dependido de nadie y ha sido "enemigo de todos los poderes económicos".

Hasta donde yo entiendo, en España existe la libertad de expresión. Bajo la misma, el señor Polanco tiene derecho a pensar y a decir lo que ha dicho, como lo tenemos cualquier ciudadano. La respuesta del Partido Popular a las declaraciones del señor Polanco es la siguiente:

Comunicado íntegro del Partido Popular

Ante las intolerables declaraciones del Presidente del Grupo Prisa, Jesús Polanco, contra el Partido Popular al que imputa comportamientos, actuaciones e intenciones abiertamente antidemocráticos, manifestamos que: Dichas declaraciones van mucho más allá del legítimo posicionamiento editorial y de la crítica ideológica.

Las declaraciones ponen en evidencia el profundo sectarismo de Jesús Polanco, desvanecen cualquier pretensión de imparcialidad del Grupo Prisa y comprometen la capacidad de cualquiera de los medios que lo integran de informar de manera veraz y objetiva.

Las declaraciones suponen además una agresión injustificada contra millones de españoles que se ven reflejados en los valores de libertad y democracia que representa y defiende el Partido Popular.

Comunicamos a todos los ciudadanos, y de manera especial a los accionistas, anunciantes y clientes de ese grupo de comunicación que, desde este momento y mientras el Sr. Polanco no rectifique pública e inequívocamente sus lamentables declaraciones, el Partido Popular dejará de atender todas las convocatorias de entrevistas, tertulias y programas del Grupo Prisa y demás empresas controladas por Jesús Polanco.

En mi opinión, el Partido Popular se rasga las vestiduras por no poder aceptar crítica alguna. O por no querer hacerlo. Una vez más se ultraja en vez de tomarse un respiro y cambiar de actitud.

Cada día que pasa desde que ETA cometió su último atentado en el aeropuerto de Barajas, la oposición en España -en mi humilde opinión- no da respiro a nadie. Sobre todo, no se lo da ni a sí misma. Creo que es la primera vez en la historia en la que es la oposición, y no el gobierno, la que sufre un desgaste político en una legislatura.

Desde 2004 el Partido Popular no ha hecho más que tratar de hacer que el gobierno tropiece a cada paso para verse favorecida electoralmente y volver al poder. Podría decirse que el PP no tiene otro objetivo. Desafortunadamente para este partido, por el momento, el gobierno socialista no ha cometido errores de la magnitud que le gustaría a la oposición- que no es lo mismo que decir que no haya cometido error alguno-.

Al no haber verdaderamente nada de calado público, social o transcendental que echarle en cara al gobierno, la oposición de desentiende de su deber como centinela de los derechos olvidados de los ciudadanos, y de su puesto como conciencia del gobierno, para convertirse en una especie de parásito político que sólo se preocupa de sus intereses. No habla de salarios; no se queja del precio de la vivienda; no pregunta por qué no suben los salarios; resumiendo, el PP no se inmiscuye con los problemas del país menos glamourosos: pobreza, educación, vivienda, exclusión social, inmigración, proyección internacional, et cetera. Si estas cosas le interesan al PP, lo hacen muy en voz baja.

Se olvida la oposición popular que, de la misma manera que el gobierno lo es de toda la ciudadanía, ya sea de su mismo tilde político, del contrario, o de ninguno, la oposición lo es también de toda la ciudadanía, la que les votó, la que no les votó, y la que se abstuvo por la razón que fuera.

La participación política o no de la ciudadanía no absuelve a la oposición, ni al gobierno, de sus responsabilidades y deberes. Ideales que, en teoría, están por encima de los intereses partidarios.

La oposición no se puede, ni se debe, dar el lujo de censurar a un grupo mediático simplemente porque no le gusta lo que dicen de él. El gobierno tampoco.

Sin embargo parece que, por el momento, el Partido Popular se cree con el derecho de poder olvidarse de la libertad de expresión de todos los españoles -incluído el señor Polanco- y con la potestad de cerrar sus puertas a los medios que no le parece favorables a sus intereses partidistas.

Según escucho en la oficina, lo irónico es que, el señor Polanco, es de derechas.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Que triste situación para España, de nuevo dividida. Desde aquí sólo puedo pensar que una nación tan bella se desgaste en diferencias que huelen a viejo. Gracias Tony por este excelente artículo. Un abrazo desde Chiapas.

zirtaeb dijo...

Hola Why!

Tú que sigues las elecciones en EE.UU echa un vistazo a lo del vote different.

Eso demuestra que, a pesar de lo que estamos viendo últimamente aquí, se puede hacer política con ingenio ;)

Un abrazo

AOG dijo...

Hola Zirta,

Sí, conocía el anuncio. Me lo mandaron desde EEUU hace un par de semanas. Me parece muy bien hecho, pero también muy heavy, sobre todo porque no dice nada acerca de nada- ¿cual es su mensaje?-, y, sin embargo, mancha mucho a Hilary Clinton al hacer una copiosa comparación con el futuro ( o mejor dicho, anti-futuro) de Orwell en 1984. ¿Por qué? No estoy seguro del todo. ¿Quizá por ser un anuncio que trasciende el intelecto físico y va a otro plano más conceptual?

Un abrazo back :)