domingo, 14 de abril de 2013

Los Cambios

AOG, Madrid

Todo cambia, y uno nunca sabe si para bien, o si para mal. O si simplemente las cosas cambian. Creo que esta última idea es la que prima. Vivimos en un universo inquieto y permanentemente distinto de un minuto a otro. 

En la vida de las personas los cambios se suscitan de varias maneras: de manera natural,
por accidente, sin comerlo ni beberlo, por que sí, después de mucho trabajo. 

En fin, nuestra vida cambia constantemente, pero la mayoría de las veces a una velocidad tectónica, como las placas continentales del planeta. 

Mi vida, cuando me preguntan, digo que sigue igual. Pero no es cierto. Han habido cambios.  Hay gente nueva y gente que ya no está. Los que siguen, a su manera, también han cambiado. 

Yo mismo he cambiado si creemos aquello de que somos una persona antes de empezar la lectura de un libro, y otra al terminarla. 

Cambia también la sociedad, quieras que no. Ahora mismo estamos tratando de que no cambie todo, mientras que el Gobierno de España, y la UE tratan por todos los medios de que cambie todo para que no cambie nada. 

Esto, sin duda, ha impactado la sociedad de muchísimas maneras, y no todas ellas buenas. 

¿Resucitar la República?

Sin ir más lejos, hoy mismo se han celebrado manifestaciones a favor de la IIIª República. Es decir, no a favor de que cambiemos hacia ella, ni de que empecemos un debate a su favor, sino simplemente a que, de alguna manera no especificada, se resucite la IIª, como si eso, por el simple hecho de ocurrir, fuese a resolver todos nuestros problemas. 

No olvidemos que desde hace tiempo resulta que la monarquía es un problema y que el rey debería abdicar, y 'todos ellos' deberían irse a freír espárragos. 

Esto en sí, en mi opinión, no resolvería nada verdaderamente. Refundar un país simplemente porque estamos pasando por una crisis económica es una manera muy peligrosa de arreglar las cosas. 

Por no hablar del precedente que se establecería. La próxima vez que esto pase, ya sabemos lo que tenemos que hacer, mandar a la IIIª república al traste y restaurar la monarquía. Y así, secular seculorum

Vísteme de marca

No, no creo que es lo correcto. 

Hay días que veo que la desesperación de unos se convierte en la juerga de otros. Y desde hace un tiempo, también veo que hay un ligero manto de tristeza sobre el país. No sé muy bien de donde vino pero ahí está. 

Es posible que en España hayamos dejado de soñar como país. ¡Nos han abierto tantos frentes últimamente!

¿Donde acabará todo esto? Creo que nadie lo sabemos. 

Ahora nos hablan de corrupción mientras que muchos culpan a Europa de la situación. 

Nos hablan de la 'Marca España' y el daño que a ella hacen 'ciertas publicaciones'. Me asombra la hipocresía detrás de ese pensamiento. Es bastante perversa. Ya lo dije en este otro post.

Pasamos a publicidad

Y si uno ve la televisión, es triste ver que los programas siguen hablando de no-temas, de tonterías de patio de vecinos como si nada. Nos venden anuncios de productos que cada vez más podemos comprar menos. 

¿De qué sirve pagar una millonada para que tu anuncio salga en horario de máxima audiencia durante el 'Sálvame' si la mayor parte de las personas viéndolo no se pueden comprar tu producto?

Lo que la crisis se llevó

Y la gente seguimos haciendo lo mejor para capear la tormenta. 

Para que no nos quedemos sin trabajo, para tratar de ayudar a los que lo perdieron, escuchando día tras día como nos tenemos de ir de España para poder sobrevivir.

Cuando acabe la crisis, que será algún día, sin duda, pero que no se sabe cuando, me pregunto que quedará de aquel país que algún día fuimos. 

No pregunto ya que pasará con el país al que aspirábamos ser, ese hace tiempo que lo tuvimos que vender al mejor postor, y nunca volveremos a saber de él. 

Después de toda batalla, uno reconstruye con lo que queda, y lo que dejó de ser, al igual que lo que hubiese sido de no haber sido por... desaparece.

Estoy seguro que el día que miremos hacia atrás nos daremos cuenta de que no nos reconoceremos. 

Habremos cambiado de manera irreconocible. ¿Para bien? ¿Para mal?

Eso lo dejaremos para que las futuras generaciones lo respondan, creo que nosotros no estaremos en condiciones de ello.

No hay comentarios: