miércoles, 3 de noviembre de 2010

Regreso

AOG, Madrid

Vuelve el frío a Madrid. Desde hace un par de semanas, he empezado a cerrar la ventana por la noche, solo para volver a abrirla por la mañana. 

Pero lo curioso, lo bello de esta ciudad en la que vivo, es que a pesar del frío, a pesar de que el viento ya hiela el vello, que uno necesita cada vez más una bufanda o un cuello vuelto para proteger garganta y vértebras, a pesar de esto, el sol brilla casi todos los días. 

A pesar de todo, la luz no nos deja. No nos olvida. 

Es una curiosidad que en Madrid, aún en los momentos más profundos del invierno, muchas veces el sol no deja de surcar el cielo castellano. Es de agradecer. 

España y Dios y así nos ven desde fuera...

Hoy leí un post de una bloguera mexicana: Coyoacán Jane. Dejo aquí el enlace

Una de las frases que leí -con respecto al matrimonio homosexual y la adopción en España-, que más me gustó, por pendenciera, clara, exacta, acertada, atinada, cabal, correcta, precisa, fiel y certera es esta: 

"El primero que integró todos los derechos –matrimonio y adopción- fue España, en el 2005; cosa que podría sorprender viniendo de un país católico y franquista, pero que por otro lado no sorprende de un país que siempre se ha cagado en Dios." 

Obviamente, yo no llamaría a toda España hoy en día "franquista" pero lo demás...

¿No es maravillosa? 

Me recuerda a cuando estaba estudiando los reinados de los Reyes Católicos. Los autores aseguraban que, por muy católicos que fuesen, los monarcas hispanos lucharon a muerte con Roma por controlar dentro de sus reinos a la iglesia, Dioses, Vírgenes y Jesuses aparte. 

Y fue de los primeros países en no obedecer ciégamente los dictámenes de Roma, a menos que Roma estuviese controlada por algún aliado fiel. 

Claro que todo eso cambió con el tiempo y la ignorancia de la época, pero es notable que los reinos ibéricos de aquel entonces se enfrentaban al máxime representante del Dios que ellos adoraban en la tierra. No deja de ser una osadía. 

Y no se equivoca Coyoacán Jane cuando aprecia ese aspecto tan ibérico de cagarse en todo lo que le plazca, Deidad suprema incluida.

5 comentarios:

Gato Pardowski dijo...

Con todo eso,sí, pero España me parece más congruente. Aquí la vida no es que una absurda caricatura, un lugar en donde todo puede pasar y al final de cuentas, no ha de pasar nada.

Un abrazo...

AOG dijo...

Te entiendo, pero te aseguro que el "aquí" de allá, es el "aquí" de todas partes. Poco pasa en México que no pasa en el resto del planeta.

Al fin y al cabo, nuestro México no es más que un país poblado de seres humanos. Como el resto de los países. El problema, Gato Pardo, no es México, ni España.

El problemas somos nosotros. Las personas. Que nos gusta tanto hacer que hacemos pero que luego no hacemos nada. Y para eso inventamos palabras como cinismo, hipocresía, sarcasmo, y otras tantas. Para describir nuestra manera de ser.

Hombres al fin.

un saludo

antonio alfaro sánchez dijo...

nos observas muy bien

AOG dijo...

Estimado Antonio...es que somos dignos de observación. ¿No crees?

Romek Dubczek dijo...

Hola. Soy nuevo en tu blog (y casi en el mio) me ha alegrado encontrar un blog de opinión como el tuyo. Todos los que voy viendo se alejan mucho de lo que me gusta. Lo pongo en favoritos. Un abrazo.
Romek