
Hoy acabaron las 3 semanas de radio. Fueron unas semanas muy intensas y llenas de emociones, odios, gritos, desesperación, abusos, antipatía, remordimientos, apatía, procrastinación, risas, olvidos, descuidos, mareos, y …compañerismo.
De alguna manera, las 10 personas que integramos el grupo nos las arreglamos para despotricar en privado y llevarnos bien en público. De alguna manera logramos sacar adelante un boletín al mediodía, y un noticiero por la tarde a las 7:30 en punto. De alguna manera nos las arreglamos para obligarnos a nosotros mismos a no matarnos ni mandarnos al demonio. De alguna manera, tuvimos que soportar las vejaciones de los demás compañeros- no todos, pero sí muchos de ellos- al igual que una constante indiferencia. Entendible muchas veces pues cuando salíamos al aire, ellos estaban por cerrar la publicación.
Oyentes tuvimos pocos, por no decir casi ninguno. Y aún así perseveramos en la ficción de que los teníamos y discutíamos las noticias pensando en ellos. En nuestros oyentes.
Espero que estas 3 semanas hayan servido para hacer de los 10 mejores periodistas, y también, mejores personas. Aún nos queda mucho Master por delante y los cuchillos que ya han sacado sus filos a relucir pronto empezarán a buscar su blanco. Y, como supongo pasará cada año con cada promoción, las emociones subirán de tono y habrá más de un herido. Espero no ser de los que quedan heridos de muerte.
De alguna manera, las 10 personas que integramos el grupo nos las arreglamos para despotricar en privado y llevarnos bien en público. De alguna manera logramos sacar adelante un boletín al mediodía, y un noticiero por la tarde a las 7:30 en punto. De alguna manera nos las arreglamos para obligarnos a nosotros mismos a no matarnos ni mandarnos al demonio. De alguna manera, tuvimos que soportar las vejaciones de los demás compañeros- no todos, pero sí muchos de ellos- al igual que una constante indiferencia. Entendible muchas veces pues cuando salíamos al aire, ellos estaban por cerrar la publicación.
Oyentes tuvimos pocos, por no decir casi ninguno. Y aún así perseveramos en la ficción de que los teníamos y discutíamos las noticias pensando en ellos. En nuestros oyentes.
Espero que estas 3 semanas hayan servido para hacer de los 10 mejores periodistas, y también, mejores personas. Aún nos queda mucho Master por delante y los cuchillos que ya han sacado sus filos a relucir pronto empezarán a buscar su blanco. Y, como supongo pasará cada año con cada promoción, las emociones subirán de tono y habrá más de un herido. Espero no ser de los que quedan heridos de muerte.
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