AOG, Madrid
Mañana lunes 22 de diciembre del 2008 se juega la lotería en España (por cierto que la página web de la institución no tiene desperdicio- deja que el perro Pancho te traiga suerte).
Desde hace varios días el país entero se consume a si mismo con el tema.
En televisión han dado un reportaje en el cual a las personas que hacen cola en el Doña Manolita de Gran Vía te dan sus consejos para ganar. No hay que pisar el escalón de en medio, o no ganarás.
La televisión muestra a algunos pisándolo, otros esquivándolo. Y a la presentadora gritando para que no lo pise nadie que si no, no ganará.
Obviamente, no todos van a ganar, pisen o no.
Hace unos días, paseando por la Puerta del Sol, oigo a una señora gitana gritando que “el siete se está vendiendo mucho”. Como si eso trajera más suerte, o como guía para comprar ese número, o algún décimo que lo lleve.
En mi oficina, desde hace unos días, los compañeros tratan de vender lotería de su pueblo, que es la lotería normal pero por Proxy.
Hoy mismo están ellos preparando el especial de mañana que nos dará las buenas nuevas.
Ayer hablé con mi padre que me llama desde las Américas y me pregunta si he comprado lotería. Cuando le respondo que no, me pregunta que por qué no. Le doy mis razones y me dice que si no tengo esa ilusión, que lo entiende, porque se supone que la lotería hay que jugarla con ilusión.
Más tarde me llama Madame Mère desde Londres y me pregunta lo mismo. Bueno, en verdad no me pregunta. Me llama para recordarme que compre lotería porque da por hecho que lo haré.
Todo el mundo lo da por hecho en España.
Supongo que con la crisis, las ganancias de la Lotería este año serán fabulosas porque, según todo lo que me rodea, y la prensa en su totalidad, dan por hecho que la lotería este año será fabulosa.
He bajado a tomar un café hace un rato y la camarera, al escuchar nuestra conversación, me dice que puedo ir a la cafetería Hontanares en la calle Sevilla, y que ahí siguen vendiendo. lotería hasta tarde. Se ofrece a comprarme un décimo.
Mi pareja me ha llamado por teléfono esta tarde para darme el número del décimo que me ha regalado.
Mañana España tendrá algún millonario más, aunque no me atrevo a decir que algún incrédulo menos.
Le deseo buena suerte y que lo gaste con salud.
Mañana lunes 22 de diciembre del 2008 se juega la lotería en España (por cierto que la página web de la institución no tiene desperdicio- deja que el perro Pancho te traiga suerte).
Desde hace varios días el país entero se consume a si mismo con el tema.
En televisión han dado un reportaje en el cual a las personas que hacen cola en el Doña Manolita de Gran Vía te dan sus consejos para ganar. No hay que pisar el escalón de en medio, o no ganarás.
La televisión muestra a algunos pisándolo, otros esquivándolo. Y a la presentadora gritando para que no lo pise nadie que si no, no ganará.
Obviamente, no todos van a ganar, pisen o no.
Hace unos días, paseando por la Puerta del Sol, oigo a una señora gitana gritando que “el siete se está vendiendo mucho”. Como si eso trajera más suerte, o como guía para comprar ese número, o algún décimo que lo lleve.
En mi oficina, desde hace unos días, los compañeros tratan de vender lotería de su pueblo, que es la lotería normal pero por Proxy.
Hoy mismo están ellos preparando el especial de mañana que nos dará las buenas nuevas.
Uno en particular me cuenta que su abuelo jugaba siempre el mismo número, 37.077 (creo). Que su padre lo heredó; que él lo ha heredado y que espera que sus hijos lo sigan jugando. Al fin y al cabo, es un número que se viene jugando en la familia desde 1939.
"¡Algún día caerá!", me dice.
Otro compañero me cuenta que no es el único. Que eso se ha hecho siempre.
"¡Algún día caerá!", me dice.
Otro compañero me cuenta que no es el único. Que eso se ha hecho siempre.
Ayer hablé con mi padre que me llama desde las Américas y me pregunta si he comprado lotería. Cuando le respondo que no, me pregunta que por qué no. Le doy mis razones y me dice que si no tengo esa ilusión, que lo entiende, porque se supone que la lotería hay que jugarla con ilusión.
Más tarde me llama Madame Mère desde Londres y me pregunta lo mismo. Bueno, en verdad no me pregunta. Me llama para recordarme que compre lotería porque da por hecho que lo haré.
Todo el mundo lo da por hecho en España.
Supongo que con la crisis, las ganancias de la Lotería este año serán fabulosas porque, según todo lo que me rodea, y la prensa en su totalidad, dan por hecho que la lotería este año será fabulosa.
He bajado a tomar un café hace un rato y la camarera, al escuchar nuestra conversación, me dice que puedo ir a la cafetería Hontanares en la calle Sevilla, y que ahí siguen vendiendo. lotería hasta tarde. Se ofrece a comprarme un décimo.
Mi pareja me ha llamado por teléfono esta tarde para darme el número del décimo que me ha regalado.
De momento, eso es lo que más ilusión me ha hecho respecto a este festival ludópata.
Mañana España tendrá algún millonario más, aunque no me atrevo a decir que algún incrédulo menos.
Le deseo buena suerte y que lo gaste con salud.
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