viernes, 31 de julio de 2009

De culete....

AOG, Madrid

Este viernes al volver a casa del trabajo, decidí pasarme por uno de los muchos establecimientos regentados por ciudadanos chinos de mi barrio. De todos, es de los más grandes, que no es decir mucho, y, por desgracia, la señora que lo lleva me cae bastante mal.

Sobre todo desde el día que decidió que unos Cds en blanco, casualmente, valían más de lo que ponía el precio y subieron de precio en el momento justo en que fui a comprarlos.

Que conste que antes de aquel día, le había comprado unas tres veces el mismo pack de Cds en blanco al precio original.

Me imagino que la señora, o su marido, se dieron cuenta de que este artículo era de los pocos en su tienda que no costaba al menos un 55% más que en las demás tiendas del mundo con las que compiten, y decidió, en el acto, subirle el precio.

En mi contra, y a su favor. Algo que no harían jamás en el Corte Inglés.

Pero, de mometo al menos, los establecimientos chinos no son el Corte Inglés. No lo descarto en un futuro. Harrod's pertenece a un ciudano egipcio.

Nunca entenderé por qué en los comercios chinos todo es más caro, y lo imposible que se nos hace no comprar ahí. El caso es que desde aquel día, compro poco en ese local. Tampoco ayuda que la señora no sabe hacerse la simpática, y que cuando se hace la simpática, lo echa a perder. Prefiero a su marido taciturno. Me parece más verídico que sus falsos saludos.

El día que un tendero español les haga la competencia en serio, arrasa, me han dicho más de una vez algunas amistades.

Puede ser que sí, aunque no es que los colmados hispánicos sean mucho más baratos.

Lo que es cierto es que mientras don José cierra de 2 a 5, don Chin-Hua se queda abierto, como el Vips. Y nadie le hecha en cara al Vips lo caro que es.

Y eso cuesta. Vale. Lo entiendo.

Acepto rollito de primavera como animal de compañía.

Pero no tan caro.

En fin, estaba en la tienda y mientras que pagaba, por la cena de aquella noche, unos chicos de menos de 25 años estaban relatando entre sí sus hazañas y suertes con el sexo opuesto.

Uno de ellos, que seguramente no era gay sino que sería heterosexual -pero no heterosalido de la muerte como sus amigos-, contaba que había quedado con fulanita y tal hacía un par de días. Y nada había pasado.

Desde mi perspectiva pensé, "el típico niño bueno que no se come una rosca, alias, pagafantas".

Sus amigos, menos iluminados, se encaminaron sin dudarlo un segundo, en el sendero del insulto.

De entre todos los que tuve que oir, además de gilipollas, mamonazo (lo que hace la envidia) etc., el que más me molestó fue este:

"¡Tú eres maricón del culete!" que fue espetado por un colega hacia su amigo, que, por cierto, además de hacer de pagafantas con las chicas, también lo hacía con los amiguetes, versión pagabirras.

Él era el que les pagaba el alcohol que sería consumido en una plaza cercana minutos más tarde.

Maricón de culete.

Hay que decir que no conocía esta especialidad. Quizá lo de "culete" era para quitarle hierro al insulto, al fin y al cabo el del culete estaba comprando el próximo cubata que rozarán los labios del colega in extremis. Sin embargo, me quedé perplejo ante lo insulso del insulto.

"De culete".

Es bastante triste ver que las nuevas generaciones llevan el mismo derrotero machista de sus antecesores.

Espero que el chico en cuestión se busque mejores amigos con el tiempo. Y que el del "culete" se eduque un poco en civismo, no vaya a ser que la vida le regale en el futuro un retoño "maricón de culete".

martes, 28 de julio de 2009

Los Taxistas

AOG, Madrid

Hoy ha salido una noticia referente a la última campaña de Yoigo y los taxistas que se sienten aludidos en ella.

No soy anti-taxista, pero no me gusta que algunos colectivos se rasguen las vestiduras gratuitamente. Mis comentarios en rojo.


Yoigo retira la campaña publicitaria que acusaba a los taxistas de timar a los turistas

Yoigo ha retirado la campaña publicitaria que acusaba a los taxistas de timar a los turistas tras las reiteradas quejas de los representantes del gremio, que han amenazado a la operadora con emprender las acciones judiciales pertinentes en caso de que la compañía no llevara a cabo estas medidas.

En concreto, la campaña que publicó el pasado 24 y el 27 de julio sendos anuncios en prensa en lo que se podía leer: "Que al llegar te time el taxista es una mala bienvenida. Que los operadores te cobren cuota de alta también lo es".


La compañía indicó que ante las quejas recibidas desde algún colectivo de taxistas que se ha sentido ofendido por el citado anuncio, y con el fin de "deshacer cualquier malentendido", presenta sus más "sinceras disculpas" y confirma que ha ordenado la "inmediata retirada" del anuncio y la cancelación de las restantes apariciones que estaban previstas.

Para el vicepresidente de la Federación Andaluza del Taxi y responsable de la Sectorial del Taxi de la Federación de Nacional de Asociaciones de Trabajadores Autónomos (ATA), Miguel Ruano, afirmar a página entera en los diarios que los turistas, al llegar a España, como bienvenida son timados por los taxistas, supone una "grave irresponsabilidad" de cara al turismo y "un insulto" a los taxistas, un colectivo que en estos momentos está sufriendo "los embates" de la crisis con una bajada en su actividad que supera el 40%, con respecto a hace un año.

O sea que el denunciar a los taxistas que timan es una grave irresponsabilidad, ¿pero tomar medidas para que dejen de hacerlo, no lo es?

Siento mucho que se sientan insultados, pero es cierto que muchos taxistas, no , quizá, la mayoría -aunque puedo declarar que la mayoría de los que me han tocado a mi-, en cuanto detectan que el pasajero es extranjero, que su acento tiene un toque de fuera, que la persona no es local, como el señor taxista (o la señora taxista), tienden a timar.

Los recorridos se alargan. El taxi se vuelve una especie de bus turístico con 4 puertas. El conductor, de repente, no conoce bien las calles, o se pierde, o se salta la calle y, quien lo diría, se olvida también de parar el taxímetro mientras que va por donde tenía que haber ido en un principio.
Todo esto, y más, me ha pasado a mí.

Respecto a los embates de la crisis, lo siento, pero me parece una broma. No dudo que haya bajado el número de pasajeros.

Sin embargo, han subido el precio de la bajada de bandera. ¿Por qué? ¿or la crisis? Curiosamente, a pocos españoles nos han subido el sueldo para poder paliar la crisis. ¿Por qué a ellos sí?
¿No sería más lógico que el precio bajara para incrementar el número de pasajeros como ocurre en el resto de las industrias del planeta?


Además, Ruano indicó que "es una mala práctica" que una operadora intente ganar clientes a costa de "insultar a todo un colectivo" utilizando "viejos y falsos tópicos" que son además injustos con los taxistas.

Puede que sean viejos, pero no son falsos. Es curioso que este colectivo actúe como si esto no ocurriese.

Como si, por ejemplo, esperasen que nos creamos que un pasajero japonés obtendrá en la mayoría de los casos un trato igualitario a un pasajero español. No es el caso. Tienen una probabilidad mucho más alta de ser engañados.

No hay más que ir a Barajas o al Prat para ver las rifas por el pasajero con más pinta de extranjero.

He visto hasta peleas verbales entre estos taxistas tan "insultados". ¿Y esto por qué será? Siempre me ha parecido vergonzoso.

No me extraña que en el extranjero este país tenga tan mala fama. En Japón las guías aseguran que España es un país peligroso y que vengan con cuidado. Un país donde los taxistas mismos timan a la gente, personalmente, es un país de poco fíar.

Repito, no es cierto que el 100% de todos los taxistas timen a al gente, pero es igual de falso pensar que el 100% no lo hace. Pero nadie hace nada al respecto, y el gremio se enzarza ante cualquier crítica.

Me parece mal.


En respuesta a esta acusación, la operadora explicó que "lejos de querer hacer una crítica" al sector del taxi, Yoigo pretendía hacer una "alusión indirecta", en "clave de humor", a una experiencia que mucha gente ha vivido alguna vez al irse de viaje a un destino nuevo y desconocido.

"En ningún momento se pretendió hacer una referencia al taxista español. Únicamente quisimos hacernos eco de opiniones o creencias de la gente de la calle, algo habitual en nuestro estilo de publicidad, sin que en ningún caso hayamos pretendido emitir ningún tipo de opinión sobre el colectivo taxista u ofender a nadie", añadió la compañía.

¿La verdad ofende? ¿Ofende a los taxistas el saber que todo el mundo pensamos que muchos de ellos se aprovechan de los pasajeros? Me parece vergonzoso.

Creo que Yoigo y la agencia de publicidad no se equivocaron en absoluto en sacar a la luz las prácticas de algunos señores taxistas.


Siento mucho de que estén en crisis. Pero en crisis estamos todos, con la gran diferencia de que a los demás no nos han subido el sueldo, ni tenemos turistas extranjeros para aprovecharnos de ellos y que nos hagan el agosto todo el año, como suelen hacer algunos señores taxistas.

Por mucho que se ofendan.
Más nos ofenden a los demás sus mañas.

viernes, 17 de julio de 2009

México y yo

AOG, Madrid

Me pregunto qué es aquello que nos define como individuos. ¿Es un sitio? ¿Una canción? ¿Una memoria? ¿Una vida? ¿Otra vida? ¿Nuestro género? ¿La edad nos define?

Supongo que la edad nos define continuamente. Yo soy yo hoy, pero ayer era yo pero de otra manera. Sigo siendo el mismo, pero era distinto. Algo aprendí en el camino. O al menos eso me digo. Puede ser mentira.

Mucha gente me dice que de la vida se aprende, y que mejor tener desgracias para aprender de ellas. Yo, ayer y hoy (quizá no sea así mañana) siempre he pensado que las desgracias, cuantas menos padezcamos, mejor.

¿Qué se aprende de las penas? ¿A ser fuerte? ¿Y los que no somos fuertes? ¿O los que ya lo éramos? ¿O los que no podemos ser fuertes, a nosotros que nos enseñan las penas? A sufrir.

Y mucha gente dice que del dolor se aprende. Supongo que sí. Aunque creo que del dolor sólo he aprendido a conocerlo, pero no me ha dado ningún beneficio de momento.

¿Se puede aprender de la alegría? Quizá sí. Se puede aprender que existe, y que mejor ser feliz que triste. Aunque he conocido en mi vida mucha gente que prefiere ser triste que feliz. Quizá porque no pueden serlo. O no saben como ser feliz. O quizá se olvidaron que se puede ser feliz y que la dicha existe.

Bueno, si no la dicha (palabra magnánima y extraña que acapara un sinfín de imágenes), pero sí el júbilo, el optimismo.

Pero supongo que la felicidad y la edad nos definen sólo en parte. También nos definen los momentos. Quizá porque en ellos descubrimos quienes somos, o descubrimos cómo éramos al acordarnos; digo esto porque no estoy del todo seguro que sepamos quienes somos cuando lo somos. Creo que solemos saber de nosotros mirando hacia atrás, e intentamos cambiarnos mirando hacia adelante.

¿Y el presente? No sé. Somos una especie tan inconformista que el presente suele defraudarnos, lo cual es una pena porque es lo único que en verdad tenemos.


Todo presente es la única realidad que vivimos. El pasado y el futuro nos lo imaginamos, y al hacerlo, estos pierden todo anclaje con la realidad. Y sin embargo, el presente sigue ahí. Hay personas que viven sólo en el presente. Las envidio. Hay personas que viven sólo en el pasado.

Y otras que lo hacemos en el futuro. Me cuento entre aquellos que no saben vivir en el momento. Me cuesta mucho estar aquí, hoy. Ahora. En este momento.

Suelo vivir pensando hacia delante, o hacia atrás. Pero pocas veces pienso en el ahora. No sé por qué hago esto. Pero es cierto que ocurre.

Supongo que esta manera de ser es una de esas cosas que me definen. Como los sitios en que he vivido.

Empecé a escribir esto pensando en México.

Recuerdo haber leído en Londres a un autor británico que decía que la infancia era la única patria que teníamos. Y estoy de acuerdo.

México, un país que, sin duda, me ha definido. Y me sigue definiendo.

Curiosamente, aunque está por todas partes en mi, hablo poco de él.

Hablo de los otros donde también viví. Como si estos contaran más. De EEUU y Texas, de Reino Unido y Londres. Por no hablar de los países fetiche de mi vida. Países como Argentina, o Suecia. Por supuesto Rusia, y también Venezuela. Canadá y Cuba. Francia (toujours).

Algunos de estos países los conozco de primera mano. Otros sólo viven en la imaginación pues no he tenido aún oportunidad de conocerlos. Y sin embargo yo creo
que en algo me definen. No leería Arenas o Carpentier sin Cuba -donde sí he estado- ni Pushkin o Solzhenitsyn ni sería fan de Mussogorsky sin Rusia -donde estoy por ir algún día-.

Supongo que, como a todos, me define tanto lo presente como lo ausente. Lo conocido como lo desconocido. Lo transcendental como lo tangible.

Pero los tres años que viví en México pesan tanto, más, de momento, que los cuatro que llevo en España.

El porcentaje de mi ser que es hispánico, es, sobre todo, mexicano. Con X. Y no suelo darle mucho crédito.

La cultura mexicana está viva en mi familia, aunque el país hace tiempo que salió físicamente de nuestras vidas. Sin embargo, ahí sigue.

En los cumpleaños, sin ir más lejos. En casa, tres veces al año, suenan Las mañanitas, y alguna que otra porra de cumpleaños.

Cuando los españoles escuchan lo de la porra, se ríen. Para ellos tiene otros significado.

Y ahí están las porras.

Y las canciones mexicanas que de pequeño me horrorizaban y que de mayor suenan y suenan. Los Cucurrucucús, las rancheras, Juan Gabriel, la Beltrán, los corridos, las baladas, lo tropical, hasta La Bamba veracruzana.

Y la comida. Sé hacer pocos platos en la cocina, pero cada vez que tengo fiesta, o que me invitan a una cena, si he de llevar algo, llevo guacamole. Y si vienen a casa, en Madrid, suelo servir esto y frijoles refritos con tostadas. Y chili. Aunque el chili viene de Texas, y ahí aprendí a hacerlo.

Comida española…poca. Es que hasta la tortilla me sale mal. No sé cómo consiguo hervirla cuando trato de freírla. Me falta experiencia. Pero ¡con los aguacates arraso!

Por no hablar del habla. Cuando la gente me conoce enseguida se dan cuenta de que no soy español. Aunque curiosamente sí que lo soy. Pero no sueno a español. No saben a qué sueno.

Hace un par de años fui al Joy Eslava a ver a Antonio Vega.

Estaba recostado en la barra del bar y, al cabo de un rato, una chica (señora) se acercó y me preguntó si le permitía acercarse a la barra a pedir algo.

La música sonaba a todo volumen, con lo cual me lo pidió con gestos más que nada. Y yo sólo pronuncié una palabra: "sí".

"
¿Eres de México?", me preguntó.

Yo no sabía si reír o qué. Una sola palabra me delataba.

No debería de extrañarme. Cuando volví a México hace tres años, de vacaciones, tras una ausencia de años y años, es como si no me hubiese ido nunca (aunque confieso que cuando fui a Cuba, pasó lo mismo, o, al menos, algo muy parecido). Me entendía perfectamente con todos, y todo lo entendía. La cultura, tan lejana en el tiempo, y tan cercana en el alma.

Creo que hasta hace poco no me he dado cuenta de cuanto llevo de ese país por dentro -aunque siempre supe que estaba en mí-. Y de otros, los cuales siempre llevan preferencia en mi espíritu.

Pero hoy quiero escribir del México interno. El que salpica mi idioma y lo enriquece, aunque los madrileños no me entiendan del todo –curiosamente los catalanes me entienden mejor,- ¿será porque ellos mismos también tienen un castellano peculiar?

El que me hace decir cosas como “
a como dé lugar”, “¿no que no?”, “tanteo”, “estoy adolorido”, “tengo comezón”, “jaqueca” "¿Puedes creer?" y otras cosas más que, me doy cuenta, no pronuncio conscientemente porque el público del momento no me entendería del todo.

Y sí. Ese país me define, y me definió. Y me seguirá definiendo. Y me alegro. Y ya me alegro (y esta frase es española y veo que también, a su manera, España me define cada vez más).

Pero España es un post para otro día.

miércoles, 8 de julio de 2009

Ídolos de otros


AOG, Madrid


Hoy enterraron a Michael Jackson en Los Angeles. Después hubo un concierto en su honor. This is it. Esto es todo. Ese iba a ser el nombre de su última gira
.

El 26 de junio, un día después de la muerte del cantante, un camello blanco nacido en el circo de Nuremberg fue bautizado con el nombre de Michael Jackson, en memoria del "rey del pop".

"Es un camello macho y habiendo nacido en un día como hoy no podíamos darle otro nombre", aseguró Harrey Barelli, director del circo.

¿Por qué?


Ayer tuvo lugar en España una especie de ceremonia multitudinaria, hiper televisada, para dar la bienvenida a un jugador de fútbol: Ronaldo en el Bernabeu.

Unos días antes presentaron a Kaká.

Esta semana se celebran los San Fermines en Pamplona.

Cantantes, Goyas, toros, deportes. Ronaldomanía, Hemingway, los 1980s, modelos, actores, Hollywood, Bollywood, Cannes, los Oscar, la música.


Ídolos al fin y al cabo.


Los medios se vuelcan con estos eventos populares.

Entiendo que el reclamo de las masas los pida, y pida saber todo lo posible del tema.

Pero muchas veces pienso que se da lo poco que se sabe, pero se estira mucho el chicle al hacerlo. Como cuando ves un reality en España.

Algo pasa siempre, aunque sea poco, y en vez de darte la poca información que hay, la estiran para sacar provecho.

¿A quien beneficia esto? ¿A la publicidad? ¿He de entender que la publicidad rige con tanto aplomo la cultura televisiva hasta el punto de esconder la mala calidad detrás de una pátina resplandeciente?

De Ronaldo solo puedo decir que exaltar a un jugador multimillonario como si fuese un dios me parece extraño.

¿Dónde quedó el "recuerda que eres mortal" de los romanos?

Igual de extraño me parece la histeria colectiva que rodeó el funeral y los fastos de la muerte de Michael Jackson. Entiendo por qué se sucedieron. Pero no lo comprendo del todo.

Sobre todo cuando este señor hace varios años que, musicalmente hablando, no se comía una rosca y vivía, sobre todo, de lo que fue y hace tiempo dejó de ser.

Sí, siempre es él, pero el Michael de hoy poco tenía que ver con el de antes. A mi ver, el homenaje se lo merece, sobre todo, por haber demostrado una vez más que el dinero no trae la felicidad.

En mi círculo de amigos esta frase se ha repetido una y otra vez. No fue felíz. No era feliz. Nunca fue feliz.

En cierta manera no sé cómo nos atrevemos a decir esto ya que sólo él supo si era o no feliz, de la misma manera que lo sabemos todos. ¿Qué tienen los ídolos en común?

Todos, de alguna manera, representan un ciclo hegeliano: tésis, antítesis, y síntesis.

O lo que es lo mismo.

Un antes, un durante, y un depués.

Los ídolos, todos, nacen, se hacen, y mueren.

No hay ídolos eternos. Aunque es cierto que los hay sempiternos.

lunes, 6 de julio de 2009

Perdidos en la tribu 2009

AOG, Madrid

Este domingo vi la final del programa "Perdidos en la tribu", un programa que se ha estado emitiendo en Cuatro desde el 3 de mayo. Abajo un clip del mismo.





Se trata de tres familias que son llevadas desde España hasta un destino exótico. Exótico al menos para los concursantes. No creo que ninguna de las tribus en cuestión se siente exótica en absoluto, y para ellos, seguramente, los exóticos son los que vienen de fuera.

He seguido más o menos el programa desde el principio. Se supone que el ganador es aquel que obtiene de la tribu en la que se aloja el distintivo de pertenecer a ella.


Los concursantes conviven con las tribus mentawai -oriundos de la selva indonesia-, himba -que viven en Nambia-, y bushman -que habitan en el Kalahari-, durante 21 días.

Desde el punto de vista antropológico, el programa me ha parecido fascinante. El ver como dos culturas chocan, se desprecian, y son incapaces de aceptar o incorporar algo foráneo fue fascinante.

Sí, sé que muchas de las situaciones son forzadas. Y que las familias hicieron lo que pudieron. En todas las tribus, tanto las domésticas como las extranjeras.

Aunque, hay que decirlo, hay tribus y hay tribus. Y también, hay familias y hay familias.

De las tres familias, la que más me decepcionó lo hizo por su constante hastío con la situación. No sé cómo lograron que la tribu en cuestión los llegara a considerar miembros de ella. Ni tampoco como no los mandaron a freir espárragos en más de una ocasión.


También es cierto que la tribu de esta familia en cuestión no era mi favorita. Siempre la percibí como hostil. Y cierto, la pobre familia que tuvo que convivir con ella lo tenía dificil.

Las otras dos familias, quien más quien menos, se adaptó a su manera a la situación. Tampoco me gustó mucho los destellos de hipocresía de algunas de las familias.

Una de ellas, tras ser dotada con un talonario por 50.000 euros, soltó que bueno, que si de ese dinero se podía volver a la tribu que lo harían. O no entendí algo, o el mensaje era una especie de intento a la buena educación.

Es decir, este dinero no nos alcanza para volver hasta ese sitio, o, bueeeno, claro, es que volver ahí.... Hubiese sido más elegante decir que o no podían, o que una y no más Santo Tomás. El fingir interés y bondad humana siempre queda mal.

Me preguntaba si la cadena tenía pensado volver a emitir la próxima temporada el programa. Sería interesante ver a familias más avispadas convivir con esos pobres individuos que viven en un estado muy próximo a la inocencia. Y la respuesta es que sí. Incluso están buscando familias para que participen.

¿Y qué hay que hacer? Llamar a un teléfono, y pagar 1,16
desde una red fija, o 1,51 desde el móvil. Iva incluído claro. También se puede mandar un email; ¡menos mal!

Sí, aunque se quieran cepillar a las hijas e hijos de cada familia. Eso es, supongo, de lo que más une a las familias.




domingo, 5 de julio de 2009

Un día de julio versión italiana

AOG, Madrid

Hace unos años, yo tenía un amigo con el que compartía música. Solíamos quedar una vez al mes (que en verdad se convertía en 2 veces al año dado que vivíamos muy lejos en uno del otro), y llevábamos todos los CD's nuevos que tuviésemos. Igual que aquellos que de pequeño intercambian cromos, nosotros intercambiábamos música.

Por cada CD que yo llevaba, mi amigo llevaba 8. No exagero. Aunque ambos estábamos adictos a la música, su obsesión rebasaba la mía. No con creces, pero sí algo.

Total que al final él me daba tanta música que aún hoy, años después, estoy por escuchar todo lo que me dio.

Menciono esto porque desde hace unos días tengo en mente una canción de un cantante italiano: Biagio Antonacci.

Italia era su país fetiche, musicalmente hablando, como el mío lo es Francia.

La canción se titula "
Mi fai stare bene", y más abajo, incluyo un video. No el oficial. Procede del álbum del mismo nombre, publicado en 1998. Más o menos cuando mi amigo me lo prestó. Once años más tarde, lo escuché por primera vez....¡si fuese el único!

En fin.

El video oficial solo se puede ver aquí. La verdad es que es un poco antiguo, y los pelos del cantante, bueno, no diré nada. Menos mal que se cortó el pelo.



Esta es la letra:

Da quando tu, sei scesa dentro me
ho capito che non era bello niente, perché niente è come te......

E tu, in un quadro di VAN GOGH ti eri persa tra i sentieri....
ma dov'eri
prima di........TOCCARE ME..!!!!!!!!!!

Da quando poi ..... innamorati o no...
ho capito che eri come ti immaginavo
e che eri proprio te

MI FAI STARE BENE MI FAI STARE BENE
E DI STARE BENE NON MI STANCO MAI
MI FAI STARE BENE, MI FAI STARE BENE
sembri l'alba di un mondo...CHE SIAMO NOI

SCIABADA'

ricordo che ....giocavi insieme a me.. mi parlavi di un
amore misterioso ed io geloso poi di chi ? ............. DI ME!!!!!!!!
E NON MI ACCORGEVO CHE....
ero già nei tuoi pensieri, e non capivo, non volevo, NON LO SO!!

MI FAI STARE BENE MI FAI STARE BENE

Giocano i colori e non ti fermi mai
è bello ritornare, è bello per amore
in un giorno uguale non ti ho vista mai ...proprio mai
proprio mai...

SCIABADA'

MI FAI STARE BENE MI FAI STARE BENE
E DI STARE BENE .... NON MI STANCO ............ dai!
MI FAI STARE BENE, MI FAI STARE BENE
meglio di cosi non sono stato mai
mai..... E IO TI TENGO QUA............e io ti tengo qua!

¿Qué por qué me pongo a escribir esto? Pues porque llevos varios días deambulando por las calles de Madrid con el iPod encendido y escuchando esta canción una y otra vez. Y sin saber, al principio lo que decía. Simplemente me dejé llevar por la melodía. Hace unas horas encontré la letra por Internet.

¡Qué invento el Internet!