La última vez que Corea del Norte hizo una prueba de su armamento fue en 1998 cuando lanzó un misil Taepodong 2 (gran cañón) que cruzó el estrecho que separa la península coreana de las islas japonesas y sobrevoló la isla japonesa de Honshu, la más grande del archipiélago.
Políticamente, la prueba consiguió que Japón, poco a poco, se inclinara más y más a la derecha y que sus fuerzas armadas se incrementaran a la vista de una posible amenaza.
Tras la prueba Japón empezó a desarrollar sus defensas como nunca antes había hecho: Japón obtuvo un satélite espía y un barco transportador de tropas que está bajo construcción que según algunos expertos podría hacer las veces de un pequeño portaaviones. También está invirtiendo en aviones cisterna que ayudarían a cazabombarderos japoneses a llegar hasta Corea del Norte y otros países.
Ayer Corea del Norte llevó a cabo una prueba de su armamento nuclear –aún no confirmada – que puede hacer que Japón se recrudezca más hacia la derecha y abandone la política pacifista que ha llevado a cabo desde el final de la IIª Guerra Mundial.
La prueba puede hacer que Japón quiera jugar un papel más activo y, sobre todo, más amplio en la seguridad de la zona; algo que hasta ahora Japón ha dejado en manos de los EEUU queriendo o sin querer.
Aunque todavía es temprano, hay indicios de que Japón podría dejar atrás su último y más doloroso tabú y convertirse en un futuro en una potencia nuclear. Japón posee material atómico -del tipo que se usa en las armas nucleares- el cual utiliza en sus plantas nucleares y es proyectos de investigación.
Tampoco es ningún secreto que Japón podría construir una bomba nuclear en unos meses si el gobierno lo quisiera. Obviamente, tecnología no le falta.
Y aunque el Primer Ministro japonés Shinzo Abe declaró desde Seúl junto con el Primer Ministro Coreano Roh Moo-hyun que la prueba nuclear era “una seria amenaza a la seguridad de Japón, Corea del Sur y de los países vecinos”, la idea de un Japón convertido en potencia nuclear seguramente preocupa a muchos de los países que vivieron en carne propia durante la IIª Guerra Mundial la fuerza de un Japón militarista e imperial.
El Japón de hoy vivió dos ataques nucleares en 1945 y sólo han pasado 61 años desde entonces, sin embargo es de esperar que el resto de los países de Asia no olviden las acciones de aquel Japón. Prueba de ello son las continuas quejas por parte de China cada vez que Japón trata de cambiar la historia del país durante la IIª Guerra Mundial y su actuación en los diferentes teatros de la guerra.
Por el momento, Shinzo Abe ha dicho que está considerando sus propias sanciones económicas contra Pyongyang aunque no se han desvelado los detalles aún.
También ha dicho que Japón puede responder a las acciones norcoreanas incrementando su participación en el escudo de defensa con misiles que está desarrollando conjuntamente con EEUU. Abe también ha dicho que Japón trabajará con EEUU para hacer que Naciones Unidas dicte sanciones a nivel mundial contra el régimen de Corea del Norte.
Si hay un lado positivo a todo esto, aparte de subir el perfil de Japón en la zona, es la creación de un enemigo común que ha permitido que China y Corea del Sur mejoren sus relaciones con Tokio ya que los tres países pueden estar amenazados por Corea del Norte.
Políticamente, la prueba consiguió que Japón, poco a poco, se inclinara más y más a la derecha y que sus fuerzas armadas se incrementaran a la vista de una posible amenaza.
Tras la prueba Japón empezó a desarrollar sus defensas como nunca antes había hecho: Japón obtuvo un satélite espía y un barco transportador de tropas que está bajo construcción que según algunos expertos podría hacer las veces de un pequeño portaaviones. También está invirtiendo en aviones cisterna que ayudarían a cazabombarderos japoneses a llegar hasta Corea del Norte y otros países.
Ayer Corea del Norte llevó a cabo una prueba de su armamento nuclear –aún no confirmada – que puede hacer que Japón se recrudezca más hacia la derecha y abandone la política pacifista que ha llevado a cabo desde el final de la IIª Guerra Mundial.
La prueba puede hacer que Japón quiera jugar un papel más activo y, sobre todo, más amplio en la seguridad de la zona; algo que hasta ahora Japón ha dejado en manos de los EEUU queriendo o sin querer.
Aunque todavía es temprano, hay indicios de que Japón podría dejar atrás su último y más doloroso tabú y convertirse en un futuro en una potencia nuclear. Japón posee material atómico -del tipo que se usa en las armas nucleares- el cual utiliza en sus plantas nucleares y es proyectos de investigación.
Tampoco es ningún secreto que Japón podría construir una bomba nuclear en unos meses si el gobierno lo quisiera. Obviamente, tecnología no le falta.
Y aunque el Primer Ministro japonés Shinzo Abe declaró desde Seúl junto con el Primer Ministro Coreano Roh Moo-hyun que la prueba nuclear era “una seria amenaza a la seguridad de Japón, Corea del Sur y de los países vecinos”, la idea de un Japón convertido en potencia nuclear seguramente preocupa a muchos de los países que vivieron en carne propia durante la IIª Guerra Mundial la fuerza de un Japón militarista e imperial.
El Japón de hoy vivió dos ataques nucleares en 1945 y sólo han pasado 61 años desde entonces, sin embargo es de esperar que el resto de los países de Asia no olviden las acciones de aquel Japón. Prueba de ello son las continuas quejas por parte de China cada vez que Japón trata de cambiar la historia del país durante la IIª Guerra Mundial y su actuación en los diferentes teatros de la guerra.
Por el momento, Shinzo Abe ha dicho que está considerando sus propias sanciones económicas contra Pyongyang aunque no se han desvelado los detalles aún.
También ha dicho que Japón puede responder a las acciones norcoreanas incrementando su participación en el escudo de defensa con misiles que está desarrollando conjuntamente con EEUU. Abe también ha dicho que Japón trabajará con EEUU para hacer que Naciones Unidas dicte sanciones a nivel mundial contra el régimen de Corea del Norte.
Si hay un lado positivo a todo esto, aparte de subir el perfil de Japón en la zona, es la creación de un enemigo común que ha permitido que China y Corea del Sur mejoren sus relaciones con Tokio ya que los tres países pueden estar amenazados por Corea del Norte.
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