AOG, Madrid
La personalidad de cada uno, me pregunto, ¿es maleable o cambiante? Sí cambiamos, ¿seguimos siendo nosotros mismos?
Hace un par de días, estaba tomando algo con un amigo de EEUU por Madrid centreville. Me contó que hace unos años él estaba de paseo por su ciudad natal, de visita a su familia, y una persona que le gustaba se le acercó.
Él, me confesó, se hizo pasar por español para cerrar el trato. Pensó que le hacía más apetecible, sexy, y exótico. Funcionó el truco.
Al día siguiente, esta persona le confesó que nunca antes se había acostado con un europeo.
Y sí, ambos nos reímos un poco cuando caímos en que seguía sin haberlo hecho.
Me contó que desde que vive en España él se ha notado un cambio. Que ya no es como era.
Se ha hecho más ‘echao pa’ lante’ me dijo. “Y antes no era así”.
No quise preguntarle si antes usaba engañifas para ligar. Aunque bien pensado, ¿no las utilizamos todos?
Un par de días más tarde, estaba cenando con un matrimonio chileno, amigos míos.
Me contaban, entre otras cosas, lo parecido a Japón que les parecía Zurich, donde ambos viven ahora.
Todo lo que les contaba referente a la eficiencia japonesa tenía un paralelo en la república helvética. Según ellos.
Habiendo estado en ambos países, puedo decir que sí, hay paralelos, pero a mi ver, Japón supera a la nación alpina en muchas cosas.
Aunque entiendo que ellos, que son chilenos y han vivido en España, vean en Suiza una versión enchocolatada del nivel de perfección humana al cual un país puede aspirar. Pero discrepo.
“ismos” 2009
Sin embargo, lo que más se quedó conmigo de la cena (en la que también había un par de periodistas españolas), fue la conversación respecto a una amiga de ambos en Zurich, y el desenlace que esta anécdota tuvo.
“Me parece que es lesbiana”, me dijo mi amiga. “Lleva el pelo corto, se viste de manera masculina, y la verdad es que no es muy varonil. ¡Pero es un encanto!”, me contaron.
“¿Y por qué no le preguntan si lo es y salen de dudas?” (por favor nótese que cuando hablo con personas hispanoamericanas dejo el “vosotros” un poco apartado y utilizo el “ustedes” de toda la vida).
“¡Pero como le vamos a preguntar eso!”, me dijeron. “¿Y si se molesta?”
Mi respuesta:
1) Si se molesta es problema suyo, no de ustedes. Además, ¿por qué le iba a molestar? Creo que a lo mejor prefiere que se lo pregunten a que no se lo pregunten , y se especule con ello. Yo prefiero que me pregunten.
2) Y normalmente, a las mujeres no les importa que les pregunten si son lesbianas.
Mis amigos asintieron. Ella me dijo “Es verdad. ¿Por qué será?” Y nos pusimos a hablar del tema.
Tratamos la invisibilidad de la mujer, la maleabilidad de su sexualidad, el hecho de que viven en una sociedad machista, que a los hombres las lesbianas les suelen gustar, y más cosas. Y con el tiempo hablamos de lo mismo, pero con los hombres.
Le pregunté a mi amigo “¿A ti te importaría que te lo preguntaran? ¿Que pensaran de ti que eres gay?” Su respuesta me desconcertó un poco.
Primero se quedó callado unos segundos con la mano sobre el labio inferior y con la vista sobre la mesa, pensando. Su mujer se quedó mirándolo.
Le miré, sonriendo, y le dije “Creo que tu silencio te delata”, y me miró y respondió: “Lo pensé. Entonces sí me molesta”, dijo un poco enrojecido.
Y no, mi amigo no es homófobo ni mucho menos. Pero es cierto que se crió en una sociedad homófoba y machista. Y una cosa es que tengas amigos gays y les tengas cariño y aprecio, y otra que la gente piense que tú eres gay –que en su caso no se da en absoluto-.
El tonto fui yo por pensar que este tipo de temas, la gente de mi edad, o más joven, los va dejando por el camino. Y bien es cierto que es así. Que mucha gente directamente ni los incorpora a su vida.
Pero creo que a mi amigo lo pilló el tema desprevenido.
Él, como yo y muchos otros hombres, aún luchamos con, o somos víctimas de, o nos vemos sumidos en, la concepción occidental de la masculinidad que no admite muchas alternativas a todo aquello que no sea macho varón masculino bruto grosero y bestia.
La imagen a la derecha lo explica bastante bien, creo.
Y no hace falta ser gay para no cuajar del todo en ese patrón. Basta con ser normal.
La personalidad de cada uno, me pregunto, ¿es maleable o cambiante? Sí cambiamos, ¿seguimos siendo nosotros mismos?
Hace un par de días, estaba tomando algo con un amigo de EEUU por Madrid centreville. Me contó que hace unos años él estaba de paseo por su ciudad natal, de visita a su familia, y una persona que le gustaba se le acercó.
Él, me confesó, se hizo pasar por español para cerrar el trato. Pensó que le hacía más apetecible, sexy, y exótico. Funcionó el truco.
Al día siguiente, esta persona le confesó que nunca antes se había acostado con un europeo.
Y sí, ambos nos reímos un poco cuando caímos en que seguía sin haberlo hecho.
Me contó que desde que vive en España él se ha notado un cambio. Que ya no es como era.
Se ha hecho más ‘echao pa’ lante’ me dijo. “Y antes no era así”.
No quise preguntarle si antes usaba engañifas para ligar. Aunque bien pensado, ¿no las utilizamos todos?
Un par de días más tarde, estaba cenando con un matrimonio chileno, amigos míos.
Me contaban, entre otras cosas, lo parecido a Japón que les parecía Zurich, donde ambos viven ahora.
Todo lo que les contaba referente a la eficiencia japonesa tenía un paralelo en la república helvética. Según ellos.
Habiendo estado en ambos países, puedo decir que sí, hay paralelos, pero a mi ver, Japón supera a la nación alpina en muchas cosas.
Aunque entiendo que ellos, que son chilenos y han vivido en España, vean en Suiza una versión enchocolatada del nivel de perfección humana al cual un país puede aspirar. Pero discrepo.
“ismos” 2009
Sin embargo, lo que más se quedó conmigo de la cena (en la que también había un par de periodistas españolas), fue la conversación respecto a una amiga de ambos en Zurich, y el desenlace que esta anécdota tuvo.
“Me parece que es lesbiana”, me dijo mi amiga. “Lleva el pelo corto, se viste de manera masculina, y la verdad es que no es muy varonil. ¡Pero es un encanto!”, me contaron.
“¿Y por qué no le preguntan si lo es y salen de dudas?” (por favor nótese que cuando hablo con personas hispanoamericanas dejo el “vosotros” un poco apartado y utilizo el “ustedes” de toda la vida).
“¡Pero como le vamos a preguntar eso!”, me dijeron. “¿Y si se molesta?”
Mi respuesta:
1) Si se molesta es problema suyo, no de ustedes. Además, ¿por qué le iba a molestar? Creo que a lo mejor prefiere que se lo pregunten a que no se lo pregunten , y se especule con ello. Yo prefiero que me pregunten.
2) Y normalmente, a las mujeres no les importa que les pregunten si son lesbianas.
Mis amigos asintieron. Ella me dijo “Es verdad. ¿Por qué será?” Y nos pusimos a hablar del tema.
Tratamos la invisibilidad de la mujer, la maleabilidad de su sexualidad, el hecho de que viven en una sociedad machista, que a los hombres las lesbianas les suelen gustar, y más cosas. Y con el tiempo hablamos de lo mismo, pero con los hombres.
Le pregunté a mi amigo “¿A ti te importaría que te lo preguntaran? ¿Que pensaran de ti que eres gay?” Su respuesta me desconcertó un poco.
Primero se quedó callado unos segundos con la mano sobre el labio inferior y con la vista sobre la mesa, pensando. Su mujer se quedó mirándolo.
Le miré, sonriendo, y le dije “Creo que tu silencio te delata”, y me miró y respondió: “Lo pensé. Entonces sí me molesta”, dijo un poco enrojecido.
Y no, mi amigo no es homófobo ni mucho menos. Pero es cierto que se crió en una sociedad homófoba y machista. Y una cosa es que tengas amigos gays y les tengas cariño y aprecio, y otra que la gente piense que tú eres gay –que en su caso no se da en absoluto-.
El tonto fui yo por pensar que este tipo de temas, la gente de mi edad, o más joven, los va dejando por el camino. Y bien es cierto que es así. Que mucha gente directamente ni los incorpora a su vida.
Pero creo que a mi amigo lo pilló el tema desprevenido.
Él, como yo y muchos otros hombres, aún luchamos con, o somos víctimas de, o nos vemos sumidos en, la concepción occidental de la masculinidad que no admite muchas alternativas a todo aquello que no sea macho varón masculino bruto grosero y bestia.
La imagen a la derecha lo explica bastante bien, creo.
Y no hace falta ser gay para no cuajar del todo en ese patrón. Basta con ser normal.
6 comentarios:
Ser homosexual es de lo mas normal, es un sentir la sensualidad como la heterosexualidad, solo que son demasiados años de loza con un estereotipo dominante. Como es el echo de ser mujer y no morir en el intento, en una sociedad, patéticamente machista, que no peca por ser obsoleta, peca de reducir lo femenino unos peldaños más abajo del derecho a ser persona.
No me gustan las preguntas indiscretas, pero aunque soy heterosexual, si fuera lesbiana, estaría orgullosa de serlo, pero es algo que solo importa a la persona que lo siente y con quien quiero compartirlo.
Para mi lo importante de la vida no es cambiar, yo no quiero cambiar, quiero ser yo en todo, eso sí, crecer a nivel humano todos los días un poquito.
Algo si que me ha inquietado un poquito en tu texto, conseguir una una aventura sexual, a través, del engaño, me parece bajo y ruín, puede ser un método habitual y muy común en el ser humano, por que no quiero adjudicarlo como algo propio del sexo masculino, lo haga quien lo haga es mezquino....
Besos, Antoñi
Pero Antoñi, ¿no es el maquillaje un engaño? ¿Y el perfume? ¿y el traje último modelo? ¿Y la sonrisa tantas veces ensayada ante el espejo?
Entiendo tu inquietud, pero creo que es parte de la condición humana, independientemente del sexo de la persona.
Gracias por tus palabras.
Un abrazo
Bueno, aquí te diría algo... hasta descubrir lo extremadamente alérgica que soy a todo tipo de maquillaje y también al metal, inclusive el oro, platino, plata..., como mujer me ha gustado maquillarme, y sentirme guapa, creo que es una necesidad más allá del que te mira, es seguridad en ti misma, es parte de la esencia femenina. No veo en este comportamiento engaño ninguno. El perfume es parte de lo mismo...
En cuanto al vestuario, es ese en el que tu te ves, más que en el que los demás te ven mas agraciada o no, no tiene que ser de marca, si eso significa ir contra tu presupuesto, eso más que engañar a los demás, es engañarte a ti misma, me parece estúpido. La mejor ropa que yo he usado y con la cual me he sentido mejor, la he diseñado yo, y también la he confeccionado, a veces de un simple retal del rastro... Creo que el error del ser humano es intentar ser feliz, aparentando lo que no es, simplemente porque "aparentar tiene mas letras que ser".
Siempre; gracias a ti, por tus visitas a mi blog y sobre todo por compartir, eso me gusta, aunque hallé diferencias de pensamiento respecto a mi, eso es lo bueno de la vida, contrastar y comunicar desde la tolerancia y el respeto. Los colores, tanto como los olores bellos y auténticos por ser sanos, dan riqueza a este mundo....
Besos, Antoñi
Ynot,
Yo tengo 42 para 43.A los 19 años conoci a mi marido (juan Pablo).Decidimos, despues de 6 años de noviazgo casarnos.Ya llevamos casi 14 de casados(nunca tengo clara esa cuenta ja!). Tenemos dos hijas Camila de 15 y Sofia de 10.No somos la familia ingalls(gracias a Dios) ...somos los simpson ja!.
Uno de los 8 hermanos de juan Pablo , Berni, tiene hace mas de 10 años una pareja que se llama Alfredo ( vas a ver que en mi blog hice comentarios de Alfredo porque ademas de médico es un gran artista).Ellos hace 10 años tienen en custodia dos niños que por supuesto son nuestros sobrinos.
Mi familia esta en Buenos Aires y ellos en Paraguay.Por lo tanto, como nos amamos, viajamos mucho a visitarlos... y ellos hacen lo mismo.
Mi hija de 15 se toma el avion ·solita" para ir a ver a sus tios Alfed y Berni y primos.Siempre nos alojamos en su casa.
Aca tenes dos realidades distintas...pero ambas son familias. ¿cual de las dos familias es la normal?, ¿que es lo normal?.
Cuando salimos juntos nadie se atreve a preguntarnos usted Silvi "¿hacer el amor con juan pablo?'" o Alfredo "¿usted hace el amor con Berni?".Nadie pregunta porque no interesa! No interesa con quien haces el amor.A nadie le interesa con quien te acostas.Te lo puedo asegurar.
No se trata de normales o no.No se trata de levantar banderas "del orgullo heterosexual" o "gay"o de sociedades machistas, feministas.tenemos que dejar de hacer clasificaciones, de agredir porque otro tomo otro camino que no coincide con el de uno!
Se trata de dejar "ser".Esto es una decision de vida.Nada mas y nada menos que "tu" vida.El único que puede vivir tu vida sos vos!!!
Hagas lo que hagas, tomes el camino que tomes lo importante es ser auténtico (porsupuesto sin lastimar a nadie).
Y creo que tambien pasa por vivir mas relajados.A no todo le vamos a caer bien...no busquemos la aceptación de todo el mundo porque no lo vamos a lograr.(esto lo digo en todos los planos ...hasta el laboral).
En cuanto si el maquillaje es un engaño.Yo no hablo de engaños...pienso que todos los seremos humanos somos grandes actores.Fijate hasta para dormir actuamos.¿No te sentis a veces estupido ponerte en cierta posición , cerrar los ojos, hacer que estas dormido para que te venga el sueño? ja actuamos que nos dormimos para que venga el sueño!
Cuando queremos caer bien a alguien sacamos la mejor careta ,maquillaje , perfume, ponemos la mejor voz! y cuando no queremos a alguien sacamos la peor careta.Somos grandes actores...pero no creo que tenga que ver con el engaño...
Se feliz amigo mio.
Espero que lo que escribí se entienda
Silvi
Antoñi, veo tu punto de vista. Pero creo que si una persona necesita maquillarse para verse guapa, es porque cree que sin él, no lo es, o lo es menos. Entonces, aunque sea para engañarse a si misma, el maquillaje es un pequeño engaño ya que sirve para realzar la belleza femenina. Aunque también es cierto que a muchos hombres les horroriza una mujer maquillada. Pero no veo maldad en el engaño. Para mi es algo normal.
Y gracias a ti por visitar este blog, que es tan tuyo como mío. Y si tú y yo pensáramos igual, este mundo sería mucho más aburrido.
¡Vivan las diferencias!
Un abrazo
Gracias Silvi por tus pensamientos y por molestarte en escribir tanto. Me halaga.
Tienes razón en lo que escribes, y me encantó la reflexión que haces respecto al dormir. Nunca lo había pensado pero estás en lo cierto. Nos engañamos que estamos dormidos, y nos dormimos. ¿Haremos lo mismo con otras cosas? Me da miedo pensar que sea así.
Respecto a Alfredo y cía., la verdad, que envidia. Lo digo por la posibilidad de tener 2 hijos. Siempre he sido un padre frustrado. No sé si tendré hijos algún día, pero sé que me gustaría mucho. Ya sabes aquello de "plantar un árbol, escribir un libro, tener un hijo".
En mi caso, he plantado flores, escribo relatos y poesía, y...nada de hijos.
En fin, si el universo quiere que los tenga los tendré. Y si no, ¡moriré en el intento!
Un abrazo Silvi
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