AOG, Madrid
El año pasado, en occidente se suscitó un escándalo cuando el diario danés Jyllands-Posten publicó unas viñetas en las que salía el profeta de la fe musulmana, Mahoma. Lo que siguió después fue una reacción virulenta en el mundo islámico y una tormentosa crisis diplomática.
Varios diarios europeos, en señal de solidaridad y como ejemplo de democracia y en defensa de la libertad de expresión, decidieron publicar algunas de las viñetas y así respaldar con solidaridad a sus colegas daneses, que sufrieron varias amenazas de bomba. En España, la prensa también participó en aquel ejercicio. Hoy diría que lo hizo en vano.
Según informa El País, “Primero secuestraron los dibujos originales, luego los medios técnicos, y después se acordaron de la web y también la clausuran", afirmó Óscar Nebreda, coeditor de la revista, en declaraciones a Catalunya Ràdio.
Nebreda mostró su confianza en que la versión digital de la revista pueda reabrir una vez se haya retirado la caricatura de los Príncipes manteniendo relaciones sexuales que ilustraba el último número de El Jueves, secuestrado el viernes por Del Olmo.
¿Resultado? Ese día la web se colapsó por las visitas de internautas, y el fiscal pidió a Del Olmo que adoptase las medidas necesarias para cerrar la edición digital.
Como se puede deducir en la portada, creo que esto es un caso de mucho ruido, y pocas nueces. Pero más que eso, es un insulto a la libertad de expresión, derecho fundamental de cualquier democracia.
De momento, ante el silencio del Ejecutivo, la vicepresidenta De la Vega ha dicho que considera caduco el secuestro de publicaciones.
Sé que en España la familia real no se toca….pero…¿esto? ¿Con qué cara nos rasgamos las vestiduras la próxima vez que el mundo islámico (o algún país islámico no secular, o el régimen antidemocrático de turno) atente contra la libertad de expresión?
Por supuesto, la noticia ya ha dado más de una vuelta al mundo.
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