AOG, Madrid
Normalmente en mi vida, por desgracia, he sido yo el que se ha ido en mis relaciones amistosas. Es decir, mis padres hacían las maletas y a viajar. Adiós a todo y a todos. Un patrón que se repitió demasiadas veces en mi infancia.
Un patrón al que nunca me acostumbré.
Ahora, en mi, digamos, adultáncia, ha ocurrido menos. Pero ha ocurrido.
Hace dos años y pico hice las maletas y le dije adiós a 16 años en Londres.
Y ayer, le tuve que decir adiós a cuatro amigos recién hechos. Los chicos de Improcrash.
Son Argentinos y, después de cuatro meses en Madrid y España (porque han estado de gira por la península), se regresan en el vuelo de las 22:oo de Aerolíneas Argentinas.
Ayer por la noche fue su último show en el Beer Station de la Plaza de Santo Domingo. No hubo lágrimas pero sí muchos besos y abrazos, invitaciones mútuas a viajar, volver, venir, ir, escribir, leer blogs, mandar correos, mantenerse informados. En fin.
Es la segunda vez que me ocurre en Madrid. Ya el año pasado tuve que despedir a un amigo chileno.
Espero que no se convierta mi vida en una especia de puerta de hotel donde la gente viene, pasa, se hospeda y se va.
Ya me disgustaba cuando yo era el visitante.
Los voy a echar mucho de menos.
PS: Hoy recibí un mail de mi amigo chileno. Vienen él y su esposa al Norte. Primero a Turquía y luego a Madrid. Tengo ganas de volver a verles y poner en marcha mi plan.
Normalmente en mi vida, por desgracia, he sido yo el que se ha ido en mis relaciones amistosas. Es decir, mis padres hacían las maletas y a viajar. Adiós a todo y a todos. Un patrón que se repitió demasiadas veces en mi infancia.
Un patrón al que nunca me acostumbré.
Ahora, en mi, digamos, adultáncia, ha ocurrido menos. Pero ha ocurrido.
Hace dos años y pico hice las maletas y le dije adiós a 16 años en Londres.
Y ayer, le tuve que decir adiós a cuatro amigos recién hechos. Los chicos de Improcrash.
Son Argentinos y, después de cuatro meses en Madrid y España (porque han estado de gira por la península), se regresan en el vuelo de las 22:oo de Aerolíneas Argentinas.
Ayer por la noche fue su último show en el Beer Station de la Plaza de Santo Domingo. No hubo lágrimas pero sí muchos besos y abrazos, invitaciones mútuas a viajar, volver, venir, ir, escribir, leer blogs, mandar correos, mantenerse informados. En fin.
Es la segunda vez que me ocurre en Madrid. Ya el año pasado tuve que despedir a un amigo chileno.
Espero que no se convierta mi vida en una especia de puerta de hotel donde la gente viene, pasa, se hospeda y se va.
Ya me disgustaba cuando yo era el visitante.
Los voy a echar mucho de menos.
PS: Hoy recibí un mail de mi amigo chileno. Vienen él y su esposa al Norte. Primero a Turquía y luego a Madrid. Tengo ganas de volver a verles y poner en marcha mi plan.
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