viernes, 21 de abril de 2006

“Willie Brown Jr., 61, was pronounced dead at 2:11 a.m.”


Willie Brown fue ejecutado hoy en Carolina del Norte por un crimen que cometió en 1983. Es decir, hace 23 años cuando él tenía 38 años.

De sus 61 años de vida, el Señor Brown pasó 23 de ellos encerrado con la espada de Damocles sobre su cabeza día tras día.

El boletín que da la noticia, explica, más o menos minuciosamente, el cómo funciona la máquina que le quitó la vida. Sobre todo se trata de dar la impresión de que el Señor Brown no sufrió durante la maniobra.

En EEUU desde hace un tiempo se está discutiendo la pena de muerte. El matiz más reciente trata de la participación de médicos en el asunto. Se alega que si ellos participan están violando el juramento hipocrático. A algunos grupos de derchos humanos esto les sirve de munición en sus argumentos.

Ya en marzo, en San Quintín, se detuvo una ejecución cuando el anestesista se negó a participar. Nadie se ha negado esta vez con el Señor Brown.

La constitución de EEUU dice claramente en su octava enmienda que esta prohibido todo castigo que sea cruel e inusual (cruel and unusual punishment).

¿Se habrá planteado alguien la idea de que estar 23 años con el alma en vilo es un castigo bastante cruel e inusual? Yo me pregunto en qué estado mental habrá estado este señor tras 23 años de tortura psicologica- no sé de que otra manera llamar al estar en el corredor de la muerte tanto tiempo.

Churchill dijo de EEUU: “Los EEUU acaban haciendo lo correcto, tras extinguir todas las demás alternativas”. Irónico, sarcástico, pero verídico.

No tengo ninguna duda de que algún día ese país acabe prohibiendo la pena de muerte.
De lo que no estoy tan seguro es de si viviré para verlo. Me aterra pensar en la de personas que tampoco lo harán, pero por otras razones.

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