Estos primeros días de verano, las ciudades españolas se recrean en celebrar el regreso de su población a casa tras pasar una temporada en otros lares y con otras preocupaciones.
Morenos, saludables, y, por qué no, con mejor aspecto, los ciudadanos vuelven (o volvemos) a casa después de pasar unos días de asueto en algún lugar alejado de la urbe en la que vivimos.
Atrás quedaron líos, problemas laborales, vecinos ruidosos, facturas, dolores, preocupaciones, estrés.
En fin, nuestro día a día se da un descanso y adquirimos durante una pequeña época un día a día distinto, más relajado. Ajeno completamente a aquello a lo que estamos acostumbrados.
Aquí en Madrid, la gente está de buen humor estos primeros días del mes.
El volumen-ambiente en los cafés está más bajo. Más relajado. Menos estridente.
¿Será el efecto de la sobredosis de descanso estival?
Por la calle, veo gente que pasea sus perros con mejor cara que antes. Más tranquila, más serenos todos.
¿Hasta cuando dura este efecto post vacacional?
No estaría de más que el Gobierno dictase que las vacaciones de verano se pudieran reproducir dos veces al año.
No creo que una vez al años sea lo suficiente para lidiar, como lidiamos, con la vida moderna de nuestros días. Sobre todo cuando lo que nos espera se conoce como la cuesta de septiembre.
Esa época durante la cual el verano, las playas, el sol, aquel bienestar que se nos inmiscuyó en el cuerpo casi sin darnos cuenta, nos va dejando poco a poco.
Discursos de cultura moderna en septiembre
Por mi parte, gracias a una amiga, tengo lectura para despedir lo que queda de la temporada y empezar septiembre con buen pie. Me han prestado "El Rey de La Habana", de Pedro Juan Gutiérrez.
Curiosamente, un amigo de Londres me recomendó hace unos meses otro libro por el mismo autor: Trilogía Sucia de La Habana.
Lo compré en su momento, pero estoy por descubrirlo. Es curioso como las referencias culturales se repiten desde distintas bocas. Siempre me ha parecido algo bueno, cómo dispuesto a darte confianza en la reseña en particular.
Por otra parte, he dado, no me pregunten cómo, con una página web bastante fuera de lo común: Shirtless Superheroes. Se trata de una web donde los fans suben imágenes de superhéroes de cómic descamisados.
Así, como suena, a lo Perón.
Morenos, saludables, y, por qué no, con mejor aspecto, los ciudadanos vuelven (o volvemos) a casa después de pasar unos días de asueto en algún lugar alejado de la urbe en la que vivimos.
Atrás quedaron líos, problemas laborales, vecinos ruidosos, facturas, dolores, preocupaciones, estrés.
En fin, nuestro día a día se da un descanso y adquirimos durante una pequeña época un día a día distinto, más relajado. Ajeno completamente a aquello a lo que estamos acostumbrados.
Aquí en Madrid, la gente está de buen humor estos primeros días del mes.
El volumen-ambiente en los cafés está más bajo. Más relajado. Menos estridente.
¿Será el efecto de la sobredosis de descanso estival?
Por la calle, veo gente que pasea sus perros con mejor cara que antes. Más tranquila, más serenos todos.
¿Hasta cuando dura este efecto post vacacional?
No estaría de más que el Gobierno dictase que las vacaciones de verano se pudieran reproducir dos veces al año.
No creo que una vez al años sea lo suficiente para lidiar, como lidiamos, con la vida moderna de nuestros días. Sobre todo cuando lo que nos espera se conoce como la cuesta de septiembre.
Esa época durante la cual el verano, las playas, el sol, aquel bienestar que se nos inmiscuyó en el cuerpo casi sin darnos cuenta, nos va dejando poco a poco.
Discursos de cultura moderna en septiembre
Por mi parte, gracias a una amiga, tengo lectura para despedir lo que queda de la temporada y empezar septiembre con buen pie. Me han prestado "El Rey de La Habana", de Pedro Juan Gutiérrez.
Curiosamente, un amigo de Londres me recomendó hace unos meses otro libro por el mismo autor: Trilogía Sucia de La Habana.
Lo compré en su momento, pero estoy por descubrirlo. Es curioso como las referencias culturales se repiten desde distintas bocas. Siempre me ha parecido algo bueno, cómo dispuesto a darte confianza en la reseña en particular.
Por otra parte, he dado, no me pregunten cómo, con una página web bastante fuera de lo común: Shirtless Superheroes. Se trata de una web donde los fans suben imágenes de superhéroes de cómic descamisados.
Así, como suena, a lo Perón.
PS: La imagen de la derecha pertenece a la artista Judit García Talavera y fue hecha para la web de trendycrew, una de los blogs de moda que sigo asiduamente.
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