AOG, Madrid
Parece ser que desde que el PP volvió a perder las elecciones generales, algo pasa que nadie quiere que pase y que debería de pasar.
EL señor Rajoy, contra viento y marea, y sin darse por aludido, ha decidido aferrarse al poder a veinte uñas. Algunas voces, pocas, han empezado a decir que al partido le vendría bien otro líder. Aún no se sabe quien, pero parece ser que el liderazgo rajoyano no está tan libre de competidores como a él le gustaría.
El primer contrincante, al cual la cúpula genovesa ha emasculado desde hace unos días, proviene de la comunidad de Madrid. A saber, su flamante presidenta: Esperanza Aguirre.
Desde hace unos días, el PP no ha hecho más que descalificar a la posible candidata y hasta se ha sugerido que se fuese del partido.
Y yo me pregunto...
¿Cómo es que ese partido nos quiere vender una imagen de democracia y, a la vez, es incapaz de, democraticamente, renovarse?
El que se pregunte por qué el PP no ganó las últimas elecciones, que busque estos días una de las razones que mejor explican su derrota.
A la larga, quizá lo mejor para España es que este partido siga con el señor Rajoy a la cabeza. O que, mejor aún, capte a la señora Aguirre como lideresa. En cualquier caso, es bastante improbable que con cualquiera de los dos alcanzen la victoria en el 2012.
Y a pesar de esto, me niego a pensar que estas dos personas representan lo mejor que hay en ese partido. Algo en mí me dice que, de verdad, contra todos los pronósticos, en ese partido hay gente válida que bien le podrían ofrecer al país algo parecido a un partido serio y competente.
Ocurre que me niego a pensar que estas dos personas se encuentren entre las más válidas del Partido Popular.
¿O será que me equivoco?
Parece ser que desde que el PP volvió a perder las elecciones generales, algo pasa que nadie quiere que pase y que debería de pasar.
EL señor Rajoy, contra viento y marea, y sin darse por aludido, ha decidido aferrarse al poder a veinte uñas. Algunas voces, pocas, han empezado a decir que al partido le vendría bien otro líder. Aún no se sabe quien, pero parece ser que el liderazgo rajoyano no está tan libre de competidores como a él le gustaría.
El primer contrincante, al cual la cúpula genovesa ha emasculado desde hace unos días, proviene de la comunidad de Madrid. A saber, su flamante presidenta: Esperanza Aguirre.
Desde hace unos días, el PP no ha hecho más que descalificar a la posible candidata y hasta se ha sugerido que se fuese del partido.
Y yo me pregunto...
¿Cómo es que ese partido nos quiere vender una imagen de democracia y, a la vez, es incapaz de, democraticamente, renovarse?
El que se pregunte por qué el PP no ganó las últimas elecciones, que busque estos días una de las razones que mejor explican su derrota.
A la larga, quizá lo mejor para España es que este partido siga con el señor Rajoy a la cabeza. O que, mejor aún, capte a la señora Aguirre como lideresa. En cualquier caso, es bastante improbable que con cualquiera de los dos alcanzen la victoria en el 2012.
Y a pesar de esto, me niego a pensar que estas dos personas representan lo mejor que hay en ese partido. Algo en mí me dice que, de verdad, contra todos los pronósticos, en ese partido hay gente válida que bien le podrían ofrecer al país algo parecido a un partido serio y competente.
Ocurre que me niego a pensar que estas dos personas se encuentren entre las más válidas del Partido Popular.
¿O será que me equivoco?
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