viernes, 2 de noviembre de 2007

Multa a la homofobia

AOG, Madrid

El odio y la homofobia de algunos se ha visto bien recompensado en un juzgado de EEUU.

El mes de marzo de 2006, en la localidad de Westminster, estado de Maryland, Albert Snyder, de 52 años, enterraba a su hijo, Matthew A. Snyder, soldado del ejército de EEUU fallecido a los dos meses de haber sido destinado a Irak. Matthew tenía 20 años.

Ese mismo día, la iglesia Bautista de Westboro (Westboro Baptist Church) de la ciudad de Topeka, en Kansas, decidió, una vez más, manifestarse en el funeral.

¿Por qué razón?

Porque según esta iglesia, o secta, las muertes de los soldados en Irak y Afganistán son el castigo de Dios a EEUU por tolerar la homosexualidad.

No era el primer funeral al que se presentaban y no se presentaron porque Matthew fuese homosexual.

Simplemente, el reverendo Fred W. Phelps (en la foto) cree que la primera enmienda a la Constitución de EEUU se lo permite.

Un año después de los eventos, el juez Richard D. Bennett ha otorgado al señor Snyder la suma de $10.9 millones de dólares.

La iglesia ha declarado que sólo tiene $1 millón de dólares en bienes y activos. Tras un año y medio de juicios, un jurado federal determinó que la Iglesia Bautista de Westboro, y tres de sus directores invadieron la privacidad de la familia del fallecido y les infligieron daños emocionales.

El jurado otorgó a la familia de Snyder $2,9 millones de dólares como indemnización por perjuicios, además de $8 millones de dólares como indemnización punitiva por daños en la primera demanda civil contra la iglesia, que se ha manifestado en unos 300 funerales militares en los últimos dos años.

La demanda señala que la página en Internet de la iglesia difama a soldados estadounidenses, acusándolos de ser adoctrinados por "propaganda homosexual".

Aunque la iglesia tenga el derecho de pensar que Dios está castigando a EEUU por tolerar la homosexualidad (y, entre otras cosas, que la iglesia Católica es marica [sic]), a pesar de que tiene el derecho de expresarlo, bien es cierto que no tiene el derecho a hacerlo durante un funeral.

Diría que el castigo se les ha quedado corto. Un par de años en la cárcel hubieran sido igual de eficaces para estas personas.

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